Megan Rapinoe no es solo una futbolista de elite con gran talento deportivo. No. Es tanto más. Rapinoe es un icono internacional en cuanto a activismo LGTB en el mundo del deporte. Es visibilidad, reivindicación, lucha. Es motivo de orgullo para todas las mujeres lesbianas que respiramos en este planeta.
Megan Rapinoe jugó su último partido para el USWNT ayer y fue honrada con vítores, abrazos, trofeos, lágrimas y un beso de su esposa Sue Bird, reconocida jugadora de la WNBA.
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Su trayectoria es impecable: se consagró como leyenda cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, fue campeona del mundo en 2015 y 2019, año en el que también recibió el balón de oro y la bota de oro. Fue también reconocida como la mejor jugadora del mundo por la FIFA, y todo esto mientras regalaba al mundo una preciosa cara de visibilidad lésbica, besando a su novia después de las victorias frente a todas las cámaras o cogiendo el micrófono para hablar alto y claro de lesbofobia o derechos LGTB.
Megan Rapinoe ha sido víctima de los ataques del propio ex presidente del país, Donald Trump, el mismo que también atacó a Kristen Stewart por dejar a su novio y declararse lesbiana. Si no lo has visto no te pierdas el vídeo, es para troncharse de la risa. En el caso de Rapinoe el ex mandatario se refirió a ella (y alguna de sus compañeras) como “grupo radical de maníacas izquierdistas”.
A sus 37 años se retira del mundo del fútbol profesional, con 63 goles en 203 partidos. “Fue un honor llevar esta camiseta, jugar con estas jugadoras, y vivir mi sueño. Muchas gracias por apoyarnos”, dijo en su discurso y añadió: “No me voy a ir para siempre, no os preocupéis, soy una de vosotros ahora, una aficionada de este equipo. Gracias a todas las jugadoras por permitirme ser lo que soy”.
Megan también tuvo palabras para la lucha de nuestra Selección de Fútbol: “Como dije muchas veces, no hay victoria para ellas, no hay victoria estando en la posición en la que están. Tienes una oportunidad única para apoyar a un equipo que ganó su primer Mundial. Parece que va a ser un proyecto largo. Apoyaré a las jugadoras en su lucha”. Y recalcó: “Es muy triste obviamente, y frustrante. Las jugadoras deberían estar haciendo una gira de celebración muy larga, en cambio tienen que buscar una estrategia, tener quizás muchas reuniones entre ellas, y no pueden celebrar su excelencia, sino defenderla”. “Es increíblemente merecido que sean campeonas del mundo, su rendimiento fue fantástico, sobre todo sabiendo todo lo que estaban viviendo”.
¡Muchas gracias, Megan!