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“No sé bien cómo empezar a contaros mi historia. Lo único que puedo dejaros claro es que por mucho que escriba o intente expresar, no podréis saber bien el sentimiento tan puro y mágico que siento hacia mi novia. Yo era de esas chicas que nunca se había enamorado ni sentido ilusión al 100% por una persona.
Por “broma” un amigo mío gay me hizo un perfil en una red social bastante conocida y que a mí personalmente no me hace mucha gracia. Tuve meses el perfil hasta que una noche me dio por entrar y mirar lo que había… Encontré el perfil de una chica que me llamó bastante la atención peeeeero su descripción decía bastante claro que odiaba el tabaco a muerte… Mi cara fue un poema aunque me lo tomé a risa y le hablé. Para mi sorpresa ella me contestó súper bien y sentí pequeñas cosquillitas en mi estómago (algo extraño en mí ya que nadie hace que sienta eso). Empezamos a hablar cada vez más y no sé… Me ENCANTÓ Peeeeero la gilipollez humana hizo que yo no le hablara mucho para hacerme la guay o cualquier capullada de esas…
En fin, retomamos las conversaciones y cada vez a más tiempo y con más confianza. Dentro de mí deseaba verla cara a cara para saber con certeza que ella me hacía sentir eso y no una mera cortina de humo por internet. Lo que me frenaba era su edad. Yo tengo 25 años y ella 17 y saltó en mi mente esa alarmita de: “Cuidado, cuidado, niñatilla a la vista, sólo querrá rollos”.
Aunque mi mente me dijera eso, mi corazón me pedía a gritos que fuese a verla y a pasar un fin de semana a su lado. Me decidí a ir, vivimos a 280 kilómetros, no es mucho pero tampoco es poco. Cuanto más se acercaba el autobús a donde ella estaba, más nerviosa me ponía… Yo, una tía de 25 años suspirando por una de 17…
Llegué a su pueblo, me bajé del bus y… NADA, no había nadie, no la veía, no estaba… ¡¿POR QUÉ?! Pues porque ella venía de camino y mi impaciencia me jugó una mala pasada. Estuve unos 10 minutos esperándola en la parada hasta que me envió un mensaje que decía: “Te estoy viendo”. Las manos me sudaban, miraba a todos lados y no la veía… Dios, qué sufrimiento… Hasta que al fin la vi, acercándose a mí, con la sonrisa más bonita que mis ojos han visto en su vida.
Pasamos la noche algo “raras”, sentíamos vergüenza de idiotas las dos, mi corazón se aceleraba cuanto más cerca la tenía, hasta que nos besamos. El beso más suave y tierno que ha existido en este universo. Sus caricias me elevaron al cielo, fue algo mágico… (Parece exagerado pero no lo es, me quedo corta).
Cuando terminó el finde, me fui. Nos despedimos bien pero, mientras me alejaba, mi mente pensaba que eso no volvería a pasar. Ella tenía 17 años y no iba a querer una relación tan pronto. Pero me equivoqué. Volví a visitarla y deseaba que me pidiera algo serio, para que nadie más que yo tocara su piel ni nadie más sintiera esos labios. No me pidió nada y me volví a ir de los nervios. Hasta que volví al poco tiempo y ¡TACHÁN! Me pidió que fuera suya un 14 de febrero. Suena cursi pero fue el mejor día de mi vida…
Desde entonces no nos hemos separado para nada, vivimos juntas, cada día es mejor que el anterior y nunca pensé que una chica de 17 años podría hacerme tan inmensamente feliz. No sabía que mi corazón se podría enamorar y menos de esta manera. Soy la mujer más afortunada del mundo, tengo a una chica guapa, buena, madura… ¿Se puede pedir algo más en ésta vida?
Mmmm yo creo que sí y voy a pedirlo porque mi deseo es ser tu mujer. Sé que estás leyendo esto, Cristina, y aquí te pido que seas mi rubia para siempre, mi mujer, mi esposa, mi compañera de vida, la madre de mis hijos, la luz que me guía… ¿Aceptas tener como mujer a esta cabezona que te saca de quicio pero te saca las mejores sonrisas?
Mientras espero tu contestación voy a agradecerle a MiraLES que hayan publicado esto en su web porque tú lees bastante la revista y no sabía mejor forma de pedirte ser mía que por aquí.
A las chicas que leen decirles que si sienten algo parecido alguna vez, que se tiren a la piscina porque no hay mayor logro que tener a tu alma gemela al lado.
Y a ti, mi vida, decirte que te AMO como ya no se ama y que sin ti mi corazón no sería corazón.
Muchas gracias por todo”.
Vanessa Barrera Méndez
Hola Vanessa, es muy bonita vuestra historia, me alegro bastante de que saliera bien.
Es muy bonito estar con el guíen y que seas correspondida, da igual la edad, aunque siempre nuestras mentes nos jueguen malas pasadas, es el corazón lo que realmente importa.
Graciassssss, menos mal que seguí mi corazón. Jejejeje, un saludo muy grandeeeeee
Yo doi fe de esa historia de amor !!! Pues soy su cuñada y tengo que decir que ya vane es parte de nuestra familia y la queremos con todo nuestro corazon ya que es una de las mejores personas que he conocido y soy inmesamente feliz de saber que esta junto a mi hermana y son tan felices , solo os digo que os quierooooo y a ti vane que eres geniallll
Joe Sandra… que se me saltan las lagrimillas… :'(
Gracias guapaaaaaaaaa, eres lo mejor de lo mejor , tu y to tu familia, os quiero a todossssssss :))))))