Recuerdo esa tarde que mi chica me esperaba en casa con un paquetito de regalo y una gran sonrisa: venga, ábrelo.
“Ay cariño, qué ilusión”, le dije realmente feliz, pero mi alegría se fue apagando cuando vi de que se trataba. ¿Unas bragas menstruales? ¿En serio?
Alba siempre ha sido de regalos “demasiado originales”, pero esto ya me superaba. No sé, como concepto unas bragas menstruales me parecían poco higiénicas, incómodas, feas. Todas sabemos que cuando hablamos de “las bragas de la regla”, nos referimos a esas que jamás querríamos enseñar.
Mi regla y la de Alba están sincronizadas, como le pasa al 90% de las lesbianas del planeta que viven juntas, así que un par días antes d que nos llegara ya estaba ella con el: “qué ganas tengo de que probemos nuestras bragas”.
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“No sé, cariño, Daniela las probó y recuerda que no le gustaron”, respondía yo poniendo una mala experiencia de una amiga en común como excusa. “Amor, ¡que se la compró en los chinos! Esto no tiene nada que ver, después de una ardua investigación te he cogido las mejores del mercado, FreeU”.
Llegó el gran día, y cuando salí de la ducha estaba ahí Alba con las bragas menstruales en la mano. “Amor, imposible probar hoy, estaré todo el día fuera y como eso no aguante, me muero, tengo dos reuniones y…”, intentaba yo poner resistencia.
“Claro que aguanta. Aguanta como 3 tampones, no seas tan agonía y estrénalas ya”. No me quedó otra que usarlas. Pero guardé 2 tampones en el bolso sin que se diera cuenta.
¿Y qué pasó? Pasó algo muy curioso. ¡Se me olvidó que tenía la regla! Pasaron 9 horas hasta que volví a casa y solo me acordé cuando me dijo: “¿y bien?” ¡Si es que ni siquiera había sentido incomodidad o un mal olor!
Desde esa regla Alba y yo somos unas entusiastas de las bragas menstruales de FreeU (cuidado con las marcas que hay algunas que no tienen calidad suficiente), y te voy a contar por qué:
-Importante para nosotras: no contaminas el planeta. A lo largo de nuestra vida fértil desechamos 310 mil kilómetros de residuos de compresas y tampones. Una auténtica locura.
– ¡Son monísimas! Se acabó lo de las bragas feas de la regla. Los modelos de FreeU son diversos, si te gustan los encajes, el estilo más deportivo, incluso hay algunas bragas muy sexis.
– Son seguras. Mis peores pesadillas de bragas rebalsadas o de ir por ahí oliendo mal eran irreales. Es muy absorbente, antibacteriana, transpirable, hipoalergénica. Gracias a la tecnología textil absorbe sin manchar y sin dejar ningún tipo de olores.
– Son ecológicas. Están hechas en España con una capa de algodón ecológico de bambú.
– Aptas para la lavadora. Quizás te pase como a mí, que temía meterlas en la lavadora por imaginarme que, de pronto, eso sería el mar rojo. Pero no. Parece magia.
– Seguras para nuestro cuerpo. Los tampones al estar blanqueados con productos químicos son perjudiciales para nuestra salud, como la dioxina, asociada a cáncer y problemas reproductivos. Mal.
– Me gustan más que la copa menstrual, que era lo que yo antes usaba, porque en algún momento del día, la tienes que vaciar. Y si te pilla en casa no hay problema. Pero como te pille en un baño público… mal, muy mal.
– Me siento más ecológica, me siento libre, me siento protegida, y me siento sexy.
Y tú, ¿te animas a probarlas?