Mujer y lesbiana. Lo que el movimiento LGTB ha conseguido y el feminista no

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Directora Revista MíraLES

Soy mujer y soy lesbiana. Como mujer, soy feminista. No concibo otra forma de ser mujer. Como lesbiana, soy activista. No pertenezco a ninguna asociación, utilizo mi visibilidad cotidiana y mis textos como armas de lucha. Hablo abiertamente de mi lesbianismo y utilizo los espacios públicos para expresarme, como cualquier persona heterosexual.
En muchos países del mundo ser mujer o ser homosexual implica ser blanco de vejaciones, discriminación e injusticias. No obstante, creo firmemente que a pesar de ser dos movimientos que comenzaron a tener relevancia social e internacional más o menos en la misma época, el movimiento LGTB ha conseguido cosas que el feminista aún no. Parece que el machismo tiene los huesos más duros que la homofobia.

  • Crímenes en los medios de comunicación
    Recuerdo especialmente cuando el año pasado dos jóvenes argentinas fueron asesinadas cuando viajaban como mochileras por Ecuador. Con una mezcla de dolor y rabia podían leerse en los medios de comunicación los juicios emitidos ante el crimen. “Viajaban solas” (no, viajaban juntas. Estar sin compañía masculina no es estar sola), ¿cómo sus padres se lo permitieron? ¿Qué llevaban puesto? ¿Hablaron con desconocidos? ¿Caminaban por un lugar peligroso? El foco no se puso en el crimen machista, sino más bien en ambas mujeres, retirándoles el derecho a viajar sin un hombre, a vestir como quisieran. Haciéndoles cargar, como siempre, con la culpa de ser víctimas.
    Los crímenes a gais y lesbianas reciben inmediatamente la condena pública por homofobia. Al menos a mi, hasta ahora, no me ha tocado leer en la prensa que se acuse a una persona homosexual (por actitud cariñosa, por su forma de vestir, de hablar, etcétera) de provocar una paliza o un asesinato, independiente de que la masculinidad de una mujer o la feminidad de un hombre sean para muchos homófobos un motivo de agresión, los medios no culpan a las víctimas. ¿Te imaginas?
  • Compromiso empresarial: Actualmente las empresas más grandes casi compiten por lanzar las campañas más emotivas e inclusivas con el amor homosexual. Una pareja gay, una pareja lésbica. Una familia con dos padres o dos madres. La publicidad educa, normaliza. Cada anuncio “gayfriendly” se hace viral en las redes sociales. Cuesta más ver a las empresas compitiendo por mostrar en sus anuncios a mujeres empoderadas, líderes, independientes.  Los estereotipos siguen siendo la carga demasiado pesada que nos dobla la espalda.
  •  Machismo v/s homofobia: Cada vez es peor visto ser machista, pero aún peor es ser homófobo. España es el primer país del mundo en aceptación de la homosexualidad (88%), según el estudio del Pew Research Center,  Pero en temas de machisimo caminamos hacia atrás. Más del 80% de los jóvenes de 14 a 19 años conoce actos violentos machistas en parejas de su edad, según un estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud.  Identifican ser chico con independencia y posesividad, con control sobre sus parejas y con ser mejor en deportes y tecnología. Ser chica es ser sensible, presumida y responsable, además de reflexiva.
  • No soy homófobo, pero tampoco apoyo la igualdad: No faltará quien lo diga (yo nunca lo he oído), pero claramente no es una frase que nos encontremos con tanta frecuencia como el tedioso “no soy machista pero tampoco feminista”, donde se pone en el mismo punto de comparación la corriente que busca la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, con la arrasadora contracorriente que quiere una mujer sometida e inferior al hombre. Son muchos los rostros famosos, hombres y mujeres referentes, que abiertamente a través de sus redes sociales condenan la homofobia. Pero tan pocos los famosos que se declaran feministas (y lo peor de todo, muchas famosas que declaran no serlo).

No pretendo comparar dos lacras sociales. Tampoco es una competición. Pero en el Día Internacional de la Mujer me parece importante hacer un análisis de nuestra situación. ¿Por qué el movimiento LGTB ha tenido más repercusión que el feminista? Porque éste es un mundo de hombres. Y el de mujeres aún está en construcción.

Twitter: @MJ_Mirales

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8 comentarios en “Mujer y lesbiana. Lo que el movimiento LGTB ha conseguido y el feminista no”

  1. Que la sociedad entienda la diferencia entre hembrismo y feminismo creo que puede ser un buen punto de partida para todas aquellas mujeres y hombres que no se declaran feministas. ¿quizás la elección de “feminismo” como palabra para expresar ese derecho igualitario no fue la más acertada? es fácil de malinterpretar para todas aquellas personas que no se interesan más por el asunto, igual es posible asociarlo a un término más intuitivo que no de margen a error.

    A día de hoy, y sin lugar a dudas, me declaro firmemente feminista porque no tengo complejo de inferioridad alguno.

    Me ha ha gustado tu artículo, me ha hecho pensar en el tema.

    1. César Monterroso

      Hola, mira que yo también deseo ardientemente la igualdad y también me parece que el término feminista, para alguien sin mayores alcances académicos podría llevarlo a pensar básicamente en mujeres y no en igualdad. Es como si a la lucha contra el racismo la llamáramos negrismo, no suena muy igualitario. Aún así, yo también me siento feminista y experimento una gran alegría cuando las mujeres se realizan como desean y logran nuevas conquistas.

  2. Hola!
    Me gusta mucho tu columna. Estoy de acuerdo en todo lo que has escrito hasta ahora. Me alegra que haya gente como tú escribiendo este tipo de artículos que incomodan a más de uno (la verdad duele).
    Un cordial saludo!!

  3. Sólo por poner un ejemplo: en mi página de Facebook puse un dibujo alusivo al Día de la Mujer, celebrando los pocos pero significativos cambios que se ven en mujeres jóvenes que ya no están tan dispuestas a continuar con los roles tradicionales. Comentaron el 100% de mis amigas lesbianas. Las heterosexuales…sólo una. Supongo que las lesbianas sabemos mejor qué es lo que queremos y es por éso que el movimiento LGBT ha recibido más apoyo en su lucha.

  4. En este caso tengo sentimientos encontrados sobre el artículo. Estoy de acuerdo en lo que dice Elisa, que muchas mujeres y hombres no se declaran “feministas”, pero en mi opinión, sin ánimo de ofender, eso se ha visto como algo negativo. Yo también pienso que mucha gente por desconocimiento alude al término feminismo como si fuera hembrismo, como buscando la superioridad de la mujer sobre el hombre (que sé que no se trata de eso). Por eso me parece muy importante cómo se dicen las cosas, no sólo en la sociedad sino también en medios de divulgación como este, para no caer en los mismos errores, que puede darse de arremeter y atacar a esa misma gente indecisa, que lo único que se consigue es que se pongan a la contra. Sobre el tema, pues igualdad podría referirse tanto a las mujeres, el colectivo LGTBI+, gente de raza… diferentes colectivos que son susceptibles de sufrir prejuicios y rechazo. Para superar todo esto hace falta la ayuda de todos y todas, no sólo de los que conforman ese colectivo, porque de lo contrario se corre el riesgo de cometer el mismo error contra el que se lucha.
    Un saludo

  5. César Monterroso

    Estoy de acuerdo con la mayor parte de las afirmaciones, pero el final no me gusta nada y me parece muy sintomático de por qué hay un rechazo tan fuerte al feminismo. Eso de el mundo es de los hombres, el de las mujeres está en construcción. Yo creo que de lo que se trata es de construir un mundo igualitario para los dos, no solo uno de hombres y otro de mujeres. Ese segregacionismo es el que a veces aflora en el discurso feminista el que aparta a hombres y mujeres de la causa, por demás justa del feminismo.

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