Para todas aquellas mujeres que amaron a otras mujeres en la época franquista, cuya respuesta al régimen fue el silencio, y para aquellas valientes que a pesar de estar duramente reprimidas, llegaron a generar espacios donde pudieron expresarse con libertad.
Miles de mujeres fueron exhibidas por las calles y plazas del país durante los años de guerra civil y posguerra, las rapaban al cero para censurar su ‘libertinaje’ y purgadas con aceite de ricino para depurar su “alma tóxica”, era el castigo público que exhibía el régimen franquista sobre todas aquellas mujeres que se salían de la norma, del sagrado destino que era únicamente su hogar familiar, sobre aquellas mujeres “públicas”, “rojas” y “liberadas” que fueron tachadas como “mujeres de dudosa moral”.
Es difícil estimar el número de mujeres represaliadas a lo largo de la dictadura: se ha documentado la muerte de 116 mujeres en Cantabria desde 1937 (F. Obregón), cuando la provincia fue tomada por Franco. En Burgos, casi 500 mujeres murieron en la cárcel a manos de los franquistas y en la cárcel de Ventas (Madrid) está documentada la presencia de más de 5.000 reclusas republicanas, a pesar de que su capacidad sólo era para 450 personas.
Interior de la prisión de Ventas el 8 de Junio de 1939 durante la procesión del Corpus Christi
Con la llegada del régimen franquista, todas las conquistas republicanas en lo relativo a la liberación de las mujeres se esfumaron. Se exigió a las mujeres encarnar un modelo de decencia y castidad que “limpiara” la “degradación moral” republicana, cayendo sobre ellas la responsabilidad de “regenerar la patria”, estaban pues, obligadas a “complacerlos” para poder sobrevivir.
Gracias al gran trabajo de investigación plasmado en libro Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad (1930-1980) de Raquel Osborne, hemos podido acercarnos a una memoria histórica silenciada durante tantos años como han sido las relaciones entre mujeres desde una perspectiva de género en el período del franquismo. Basada en la obra, actualmente hay una exposición que recoge a través de objetos, documentos, fotografías, vídeos, cuadernos de escuela, vestimenta, etc. la represión física y psicológica que sufría la mujer de la época.
“La mujer ideal del franquismo se construye en oposición a la mujer moderna, ciudadana y republicana. El pecado está siempre presente en la mujer franquista. Su actitud debe regirse por la moral católica más intransigente (…) La Sección Femenina de Falange estuvo dirigida todo el tiempo por Pilar Primo de Rivera… Los mandos de esta organización estaban copados por una comunidad de mujeres independientes, solteras y sin hijos. Aquí radica su principal contradicción, de la que se hace eco la cultura visual presentada y que tiene que ver con el mando, la acción y la masculinidad, muy alejada de los valores tradicionales que promulgaban”, explica Raquel Osborne.
“Las mujeres pueden considerarse como los ejes de la dictadura de Franco. Debían ser una especie superwoman: cuidar a los hijos, atender al marido, llevar la casa, ser buena cristiana y conocer la doctrina franquista. (…) Las expresiones de esta mentalidad ultra del pensamiento católico llegan hasta la actualidad, 37 años después de la muerte de Franco; el Estado continúa intercediendo en la libertad sexual de la mujer y las decisiones sobre su cuerpo, en temas como el aborto y la ley del ministro Gallardón (…) Ciertas políticas en la actualidad recuerdan a otros tiempos. (…)
“El control formal y moral sobre la mujer sigue estando presente en nuestra sociedad y se percibe en lugares tan comunes como las redes sociales”, analiza María Rosón, comisaria de la exposición junto a R. Osborne, quien considera que los ejercicios de memoria histórica que plantea la exposición son fundamentales para destapar “la represión” y “recuperar la memoria de una parte del pasado que fue silenciado.”
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=nAnVX9f3_vs&feature=player_detailpage[/youtube]
Ufff, qué tristeza y yo creo que es poco lo que de verdad se conoce…
La camiseta de la nueva asociación feminista de Cádiz dice: “somos las hijas de las brujas que no conseguisteis quemar”. Viene muy al caso..