Mutilación Genital Femenina, una lacra que debemos erradicar

Hoy es el Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina (MGF) y desde MíraLes Magazine queremos hacer un llamamiento para la abolición de esta práctica que tantas consecuencias desastrosas tiene para las mujeres.

¿Qué es la MGF?

mutilacion-genital-femeninaAunque este término no empezó a usarse hasta 1991 por la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta práctica lleva usándose desde la antigüedad. Se cree es de origen pagano y anterior a las religiones monoteístas. Los primeros documentos que lo describen datan del 5000 o 6000 a.C. Se ha dado en la mayoría del mundo, aunque hoy día muchas regiones han perdido esta tradición o, por contra, regiones donde no se practicaba lo hacen debido al contagio cultural.

Las razones para practicarla son muy variadas y están enraizadas en la tradición y las creencias propias de cada cultura. En algunas se piensa que si el clítoris no es cortado, crecerá más que el pene y al ser eréctil desafiará la autoridad masculina. En otras, creen que el clítoris será dañino para la mujer, para el hombre o para los hijos que esta para. Algunos hasta creen que facilita el parto o evita el contagio por VIH. Incluso en ciertas regiones se amparan en la religión o como rito de paso de niña a mujer. Esta variedad de razones hace que sea muy difícil combatir la mutilación genital femenina (MGF), ya que se convierte en un proceso de educación local, luchando contra creencias sumamente enraizadas.

Tipos de MGF

Tipo 1. Clitoridectomia.

Consiste en la eliminación parcial (Tipo 1.a) o total (Tipo 1.b) del clítoris y/o del prepucio de este.

Tipo 2. Escisión.

Es la eliminación total o parcial del clítoris y de los labios menores. Puede haber o no escisión del labio mayor. Así, nos encontramos con tres subtipos:

2.a: Eliminación del labio menor.

2.b: Eliminación total o parcial del clítoris + labio menor.

2.c: Eliminación total o parcial del clítoris + labio menor + labio mayor.

Tipo 3. Infibulación.

En esta tipo se practica un estrechamiento del orificio vaginal mediante un corte y unión de los labios menores (Tipo 3.a) o mayores (Tipo 3.b). Es decir, se extirpan los labios menores o mayores para luego coserlos, dejando sólo un orificio (para el paso de la menstruación) de entrada a la vagina; llegada la noche de bodas, se vuelve a hacer un corte para permitir la penetración. Después, puede o no volverse a coser. Además, puede o no haber escisión del clítoris.

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Tipo 4. Otras prácticas.

En este tipo se agrupan otros procedimientos dañinos para los genitales femeninos que no entran dentro de las otras tipologías, como pueden ser: perforación, raspado, incisión o cauterización.

¿Cómo se practica?

mutilación genital femenina

Como podéis imaginar, los métodos utilizados no son de lo más higiénicos. Las circuncidadoras (mujeres que se encargan de practicar la MGF) suelen utilizar cuchillos especiales, tijeras, cuchillas de afeitar o trozos de vidrio, según la disponibilidad y la economía de cada zona. También se pueden llevar a cabo con piedras afiladas, cortaúñas o la tapa de aluminio de una lata. Por supuesto, no se esterilizan y, de hecho, si hay que realizar varias en el mismo día, se usa el mismo instrumento sin siquiera limpiarlo. Después, se limpia la herida con alcohol, zumo de limón o ceniza, mezclas de hierbas o compuestos tradicionales, aceite de coco o excrementos de vaca, para ayudar a la cicatrización. Aunque en algunos países se comenzó a practicar en centros sanitarios por profesionales, con anestesia y asepsia, aunque desde varios organismos internacionales se está intentando que no se refuerce esta práctica desde las instituciones.

La edad con que se practica varía según la zona, las creencias y las posibilidades económicas de la familia. Según Unicef, la mayoría de niñas lo sufren antes de los 5 años, aunque en otros países la mayoría se encuentra entre los 5 y los 14 años.

Consecuencias

Las consecuencias tanto a nivel físico como psicológico pueden ser devastadoras.

Las consecuencias físicas inmediatas van desde hemorragias hasta un shock, pasando por dolores intensos, infecciones y sepsis, lesión de otros tejidos cercanos (uretra, perineo, vagina, recto…) o retención de orina. A medio o largo plazo, infecciones, abscesos, fístulas, quistes, dolores durante menstruación y penetración, enfermedades de transmisión sanguínea, incontinencia secundaria, incluso obstrucción de la uretra y la vagina como consecuencia de la cicatrización.

Las consecuencias psicológicas más frecuentes son: desasosiego o angustia, somatización (dolencias físicas causadas por motivos psicológicos), ansiedad y terror durante el proceso… También se han asociado determinadas patologías mentales y psicosomáticas.  A largo plazo, ansiedad crónica, depresión, falta de autoestima, fobias e incluso alteraciones psicóticas.

Situación en España

En nuestro país está totalmente prohibida esta práctica. Se atiende en los centros de salud a mujeres que han sufrido la MGF y hay muchas ONG que se preocupan de atender a estas mujeres y ayudarlas, y especialmente a evitar que esas mujeres se lo practiquen asimismo a sus hijas.

Esto en España sí está perseguido por la ley. Cualquier tipo de MGF que se produjera a una niña en terreno español está castigado con penas de cárcel. Pero, además, si una familia que reside en España con su hija va a su país de origen a practicarla, el pediatra que atienda a esa niña puede denunciar a la familia.

Conclusiones

STOP-FGMCuando oímos esta clase de información y de cifras en la televisión o la radio, nos parece tan lejano que apenas prestamos atención. Parece un problema africano (pese a que sucede en más lugares del mundo) y, por tanto, que deben ser ellos quienes lo solucionen. Pero no caigamos en esa desidia, no miremos para otro lado. Es un problema que afecta a muchas mujeres y que, entre todas y todos, podemos hacerle frente. Practiquemos la sororidad (hermandad entre mujeres), animemos a los hombres a unirse a nosotras porque entre todos es posible. Ya hay muchas mujeres y hombres que se han unido, no están contentos con lo que pasa y quieren poner buscar soluciones. ¿Quieres unirte?

Aida Castaño  – Visita mi blog A Vueltas Con El Sexo

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1 comentario en “Mutilación Genital Femenina, una lacra que debemos erradicar”

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