No sé si os ha pasado, a mi sí. Tengo un hijo que ha nacido producto de la donación de esperma. No conozco al donante, por supuesto, porque además en España la ley dice que los donantes de gametos, esperma y óvulos, deben ser de identidad no revelada. Si sé algunos datos, como rasgos físicos y otros psicológicos, sus estudios y algunos de sus intereses, porque la ley en España también dice que la receptora tiene derecho a recibir información general sobre el donante – siempre respetando la identidad del donante, claro (En mi caso recurrí al banco Cryos).
Pero no os podéis imaginar la cantidad de veces que tengo que escuchar a gente refiriéndose al donante como “el padre”, o comentarios del estilo de “¿y cómo sabes si el donante no estaba loco o enfermo?” No es el padre. Es el donante. Donar semen no te convierte en padre, eso para empezar. La maternidad y la paternidad van de otra cosa. Mi rol de madre me lo he ganado por todo ese amor, ese cuidado, toda esa entrega, y todas esas noches sin dormir. Un hombre, al que estoy profundamente agradecida, donó semen y eso me permitió realizarme una inseminación. Pero ya está. Antes me pasaba el día corrigiendo a familiares y a amigos que se referían al donante como “el padre”. “¿Y si algún día quiere conocer a su padre?”. “No tiene”. “¿Puede el padre quitarte la custodia del niño?”. “No tiene… y se llama DONANTE”.
Además, en alguna ocasión he tenido que explicar que un donante de un banco de semen ha firmado un contrato rescindiendo de cualquier derecho en este aspecto. Dos madres lesbianas muy famosas en las redes, Oh mami blue, ya hartas de escuchar lo del “padre” hicieron un alegato que se hizo viral sobre que su hijo no tenía padre, tenía dos madres. No está enfermo ni está loco ¿Qué se imagina la sociedad? ¿Que un demente enfermo llega a un banco de semen, hace una donación, recoge el dinero y se va a comprar drogas? ¡No! De todos los hombres que se presentan como donantes de esperma solo entre un 5 y un 10% cumplen los requerimientos para lograrlo.
Tal como afirman en Cryos International, el banco de semen danés más grande del mundo: “esto se debe a que tenemos muchos requisitos, los donantes deben cumplir un estricto programa de selección”. ¿Cómo se evalúan los donantes de semen? Lo primero es pasar una evaluación médica de la calidad de la esperma.
Si esto está bien deben responder un cuestionario relacionado con su historial médico y el de su familia. Estos son revisados y aprobados o no por el personal médico de Cryos. Los solicitantes también deben aprobar una exhaustiva prueba psicológica.
El siguiente paso es realizar pruebas de enfermedades infeccionas como el VIH, la hepatitis B, la hepatitis C, la clamidia, la gonorrea, la sífilis y el HTLV. Los donantes también son examinados para una lista extensa de enfermedades hereditarias. “En Cryos tenemos expertos en el campo de la genética y, por lo tanto, tenemos una compresión completa de las condiciones genéticas y la herencia genética. Nuestras pruebas actuales cubren un amplio panel de enfermedades hereditarias. Si detectamos una enfermedad hereditaria, el donante es rechazado”, nos dicen desde el banco danés. Después de toda esta información ya tienes fundamentos suficientes para ir respondiendo los comentarios impertinentes. “No, no es el padre, ni está loco ni está enfermo”.
si el donante es el padre val menos en sentido biologico que yo sepa no nos reprucimos ni por gemulacion mitosis ni plor generacion vegetativa sino sexualmente, y si soy biologo
Querido biólogo, aprende a escribir o, al menos, a usar el corrector. Nos reproducimos por medio de gametos que, a día de hoy, no implican relaciones sexuales. De nada.