Profesora lesbiana suspendida de empleo y sueldo

Stacy Bailey es profesora en al Escuela de Primaria Charlotte Anderson, en Texas, desde 2016. Llevaba ya varios meses tratando de hablar con la Junta escolar pues pensaba que varios alumnos y alumnas LGTBI estaban sufriendo discriminación por su orientación sexual y pretendía hacer el centro más inclusivo. 

La profesora de plástica quería cambiar la política del centro sobre discriminación ya que otros centros cercanos habían incluido la orientación sexual, identidad de género y expresión de género a su lenguaje no discriminatorio.

Creo que es importante que [el distrito] comience el movimiento hacia el progreso. Tenemos muchos maestros y maestras LGBTQ, estudiantes y familias en este distrito. Nos merecemos el derecho de sentirnos protegidos por nuestro distrito.

Bailey dijo que el distrito había violado la ley federal al negarse a poner fin a la segregación racial en las escuelas durante 11 años después del histórico fallo del Tribunal Supremo en Brown v. The Board of Education.

Como docente que ama a los docentes y mi comunidad me gustaría que estemos en el lado correcto de la historia.

Dos semanas más tarde, envió un correo electrónico al personal de otra escuela en el distrito para preguntar sobre su inclusión de la diversidad y cómo podría lograr su objetivo de proteger a los estudiantes LGBT. Pero al día siguiente, su centro le envió una carta en la que le informaban que había recibido una ‘licencia administrativa’ pagada hasta que se completara una investigación. Y que la suspensión era de carácter inmediato.

La carta, que fue firmada por el superintendente del distrito, Jim Vaszauskas, no dio ninguna razón para la suspensión o la investigación. Pero a Bailey se le dijo que “no tuviera contacto con estudiantes, padres u otros miembros del personal” y se le advirtió que no hablara sobre su “situación de licencia administrativa con otras personas”.

No solo la amonestaron sino que no le dieron un motivo y además le prohibieron comentarlo con nadie del entorno escolar. Más que una amonestación parece un juicio fascista sin posibilidad de defenderse.

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