‘Rafiki’ gana el Oscar africano

El Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú (Fespaco) es el festival de cine más importante de toda África; son los Oscar africanos. Llevan ya 50 años entregándose (aunque esta es la Gala 25 porque se celebran cada dos años) y este año, increíblemente, el premio a la mejor actriz ha sido para Samantha Mugatsia, protagonista de la película lésbica prohibida en Kenia, ‘Rafiki‘.

Samantha Mugatsia recibió el premio el pasado sábado en Burkina Faso, donde se celebran los premios de forma bianual. La directora del film, Waniru Kahiu, comentó en su cuenta de twitter: “Que Rafiki gane el premio a mejor actriz en FESPACO es monumental. No solo es un reconocimiento del arte keniata y añade a Kenia a la historia del cine africano, sino que es un gran reconocimiento de la libertad de expresión dentro de África”.

VER: Así vimos el estreno de ‘Rafiki’.

No han sido pocos los fans que han dejado mensajes en las redes sociales sobre la emoción que les ha causado que una historia de amor lésbico haya conseguido que la África conservadora le conceda a su protaganista el más alto galardón.

VER: ‘The centre’, la serie que cuenta la vida de una pareja africana en Berlín.

Sin embargo, no todo es emoción. Hay un sector de las cineastas africanas que no están conformes con los galardones del FESPACO, no este año ni ninguno en concreto, sino la poca presencia de galardones a mujeres cineastas. En toda su existencia, han participado grandes películas dirigidas por mujeres y nunca se han llevado el premio a mejor película, el ‘Semental de oro de Yennenga’.

Fatou Kande Senghor, pintora, fotógrafa, escritora y realizadora senegalesa ha declarado que “No es un problema exclusivo de este festival o de este continente, ocurre en todas partes, pero es aquí donde nosotras debemos luchar”. Para ello, han creado un movimiento en redes con el hashtag #weareyennenga.

Yennenga era una princesa guerrera que montaba un semental y a quien se considera madre del Imperio Mossi, en Burkina Faso. Su imagen es un símbolo en Burkina Faso y FESPACO lo utiliza en sus galardones, por lo que consideran que es irónica la no existencia de mujeres galadornadas.

“Existe una manera femenina de narrar que los hombres juzgan poco directa o complicada. Pero cuando dicen eso en realidad quieren decir que ellos no la entienden. Nuestro objetivo es alertar sobre esta discriminación, alzar la voz, que entre nosotras exista esa sororidad para ayudarnos a llegar, crear redes. No podemos llegar al Fespaco de 2021 todavía hablando de este problema, sería vergonzoso. Hay una generación de directoras jóvenes que ya está ahí que es espectacular, es el momento, ¡inundemos el festival con películas de mujeres!”

 

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