“Me costó 40 años salir del armario y aceptar que era lesbiana”

Nunca quise ser lesbiana. Me crió una madre soltera y me enseñó que la homosexualidad era la única abominación que Dios jamás pasaría por alto. Durante las tres primeras décadas de mi vida hice de todo para deshacerme de mi homosexualidad. Pasé muchas noches llorando, de rodillas, rogándole a Dios que me arrebatara la vida, preguntándome por qué me dio esta carga si era un pecado. Las noches que no rezaba las pasaba con un sinnúmero de chicos cuyos nombres jamás me preocupé por aprender. De verdad creía que si me acostaba con muchos hombres podría activar mi heterosexualidad. Obviamente no resultó.

Cuando tenía 23 años y vivía en Los Ángeles comencé a trabajar en un centro de atención telefónica, atendiendo llamadas de un servicio de odontológico. Fue ahí donde me enamoré por primera vez, de una mujer con la que trabajaba. Cuando se dio cuenta de lo que sentía por ella, me evidenció frente a toda la oficina.

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1 comentario en ““Me costó 40 años salir del armario y aceptar que era lesbiana””

  1. Wow.. Yo no soy de comentar mucho pero me llegó está historia, reprimirse tanto no debe ser fácil, es increíble.
    Me alegro mucho que se haya liberado.

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