Si te gustan las series de ciencia ficción no puedes perderte una de las más populares en la actualidad, Black Mirror. El argumento de la serie en cuestión gira en torno la tecnología y cómo afecta ésta a nuestras vidas. Y es que Black Mirror va más allá y nos muestra un mundo donde esa tecnología se lleva a extremos que nunca hubiéramos pensado, pero que te hará reflexionar sobre el ritmo de vida moderno. De hecho, esta serie de origen británico fue galardonada a finales de 2012 con un premio Emmy a la mejor miniserie.
Cada capítulo nos muestra una historia independiente, sin relación entre ellos por lo que si te gusta podrás verlos sin seguir un orden concreto, por eso te recomendamos el cuarto capítulo de la tercera temporada, estrenado en octubre de este año y que lleva el título de San Junípero.
Te preguntarás el motivo por el cual te recomendamos ese concreto, pues bien, en este capítulo podrás ver una historia de amor entre dos mujeres que no te dejará indiferente. San Junípero, ese lugar virtual donde las dos protagonistas, Kelly y Yorkie, se conocen en algo más que un sitio donde pasarlo bien y disfrutar sin preocuparse por los problemas del futuro. Es ahí donde el tiempo es relativo y donde una vez a la semana, durante un tiempo muy limitado, se reúnen esas personas que creen en la vida eterna más allá de lo terrenal, un espacio entre la vida tal y como la conocemos y la muerte.
Poco tienen en común estas dos chicas que se encuentran por casualidad, pero precisamente eso, lo que las hace diferentes, a la vez es lo que propicia que nada más conocerse surja una atracción tan fuerte que hace que se planteen todo lo que habían planeado para su futuro.
Si te gustan las historias de amor con final feliz, y además eres una nostálgica de otras décadas pero a la vez te atrae lo que nos puede deparar el futuro por culpa del avance de la tecnología, no te pierdas este capítulo de Black Mirror, el cual podrás encontrar en Netflix, así como la serie completa, ya que probablemente tras ver San Junípero te quedarás con ganas de más.
Ver también: Baka Bukas, la (genial) película lésbica de Filipinas.