Hace dos años Lex Giggs, una camarera lesbiana de Reino Unido, fue atacada por un cliente a causa de su condición sexual. La camarera, que llegó a ser agredida incluso cuando ya estaba en el suelo, se sintió extrañada cuando este chico se le acercó, comenzó a hacerle preguntas extrañas y poco después empezó a insultarla. Ella le pidió que se fuera, y este reaccionó con una repuesta en forma de golpes, según el agresor porque estaba bajo los efectos del alcohol.
A pesar de que el chico reconoció la agresión, fueron las cámaras de seguridad que captaron el momento la prueba determinante para que le hayan sentenciado con más de cinco años de cárcel. En palabras del juez que ha llevado el caso, es algo repugnante que a estas alturas haya sucedido un ataque homófobo de estas características.
Aunque Lex se siente aliviada debido a la sentencia y siempre ha estado apoyada por su familia y su novia, eso no borra todas las secuelas que tras el ataque sufrió, ya que no sólo le afectó físicamente, pues fue necesaria una operación de cara por el desplazamiento de un hueso, sino que también ha sufrido consecuencias emocionales, incluso ansiedad durante todo el tiempo que ha durado el proceso judicial.
A veces nos olvidamos de que la homofobia sigue existiendo y nos sorprendemos al ver casos como este, pero la buena noticia es que cada vez se persigue más este tipo de agresiones y, a pesar de todo lo mal que lo ha pasado Lex Giggs, ahora está recuperándose y desde el suceso ha estado trabajando como cuidadora de personas dependientes con el fin de poder ayudar a la gente.