Hace pocas décadas era tan importante gestar a tu bebé y trasmitirle tu genética que incluso las adopciones, cuando no era posible tener un hijo de forma natural, se ocultaban a los familiares y a los propios hijos.
¿Qué es ser madre ahora y qué era ser madre antes?
Hoy en día todo es diferente. Todo es más real. Muchas mujeres heterosexuales y homosexuales reciben a sus hijos de otro vientre gestante, ya sea su pareja o no. Otras muchas han tenido a sus retoños por adopción. ¿Su experiencia es diferente? ¿Están menos conectadas con su maternidad o es ésta más conceptual?
En realidad no: Hay estudios experimentales que afirman que las madres no gestantes segregan también oxitocina, la hormona que prepara el cuerpo y el cerebro femeninos para el parto y el cuidado del bebé.
Noemí Tovar, autora del libro “La mirada de Silvia Jie”, es madre adoptiva de una preciosa niña china que adoptó a los 11 meses y que ahora tiene 13 años. Sus palabras hablan de un fenómeno que la ciencia ha demostrado con creces: “Llegó el aviso de que ya tenía la asignación, el momento en el que me informaron de quien era mi hija. Por primera vez, vi su rostro en una fotografía y sentí un amor difícil de expresar y definir. Sentí calor en mi cabeza. Estoy convencida de que algún proceso hormonal y por supuesto bioquímico se produjo en mi cerebro ante la percepción de mi pequeña. Es muy probable que lo que yo experimenté, lo experimente una madre biológica cuando ve el rostro de su hijo plasmado en la primera ecografía”.
En realidad no solo la montaña rusa hormonal es semejante entre madre gestante y madre no gestante, también lo son el miedo, la incertidumbre, la ilusión…
Paqui H. Nuñez es la mujer de Montse. Montse se embarazó hace ya algo más de un año de dos gemelos. Montse gestó al bebé.¨La primera ecografía fue algo especial, maravilloso, sólo sentía alegría. Cuando vimos en el monitor esa lentejita, una sonrisa invadió nuestro rostro. Cuando la doctora vio que había otro bebé y dijo: “anda, hay otro”,entonces reconozco que apareció también miedo. Miedo no a los gastos dobles que se suponía íbamos a tener (que también un poco) sino a que todo fuera bien ya que sería un embarazo con algo más de riesgo. Compramos un libro, “Qué se puede esperar cuando se está esperando” y cada semana leía la parte del libro que explicaba como estarían nuestros bebes en esa semana. Cuando empezaron a dar pataditas, fue un momento inolvidable, porque los sentía mas cerquita nuestra, tocando sus piececitos a través de mamá. Fueron pasando los meses y es cierto que físicamente no estaba tan cansada ni tan dolorida como mi mujer, pero mi cansancio fue mental. Estaba preocupada por si se adelantaban, por si no crecían como tocaba, por si la cesárea se pudiera complicar. Y llegó el día que de un salto me levanté de la cama cuando escuché a mi mujer diciendo: “creo que rompí aguas”. Recuerdo a ella tranquila y yo con un ataque de nervios. Cuando cogí en brazos a mis pequeños sentí tranquilidad. Ya estaban aquí, sanos y fuertes como su madre. Ahora mi vida es una locura, pero esos casi nueve meses me supusieron una sensación que nunca antes tuve: alegría, ansiedad porque pasara el tiempo rápido y poder abrazarlos,la curiosidad de saber cómo serían y miedo, también mucho miedo a que algo fuera mal.”
Sin embargo, ser la madre no gestante en una pareja homosexual tiene sus particularidades. En cierto sentido implica una nueva salida del armario ante aquellos con los que ya salimos en el pasado. Nuestros familiares pueden mostrarse reticentes ante un nieto, sobrino, etc, “no gestado” por su hermana o hija. De nuevo necesitamos actuar sin miedo, con orgullo, y tener paciencia: Nuestro propio ejemplo les ayudará a entender…y a amar.
Laia, está deseando formar una familia junto con su mujer. Están ahora en pleno proceso…”Junto con mi pareja estamos buscando a nuestro primer hijo. Las dos tenemos muchas ganas de vivir el proceso de gestación pero después de hablarlo, decidimos que ella sería la primera.
Para mi fue una decisión difícil y durante bastante tiempo tuve dudas y miedo de si podría soportar las emociones que sentía. A parte se le sumaba una presión familiar, mi madre también deseaba que yo fuera la madre gestante, al principio decía que se sentiría más unida al niño/a. Tuvimos que poner unos límites muy claros y ahora no se si ha cambiado de opinión pero al menos nos respeta, nos apoya y no hay comentarios que me hacen más difícil llevar la situación. Parece que madre es la persona que gesta y pare al niño/a. Es una creencia bastante extendida, y supongo que yo misma también lo había interiorizado. Ahora tengo que aprender a vivir la maternidad desde otro punto de vista, del de acompañar y cuidar a mi mujer en el embarazo y esperar con muchísima ilusión que nazca nuestro bebé para poder abrazarle y los tres juntos ser una familia llena de amor.”
Fuente: masola.org
Un artículo muy bonito y muy necesario ahora. Gracias
Cuantos sentimientos y recuerdos asaltan mi mente y mi corazón al leer esto…soy la madre no biológica de una niña de 2 años, Ella lo es todo para mí, es mi presente y mi futuro, para mi eso de la sangre no tiene importancia, ella es y será siempre mi hija…Desde q nació mi pareja cambio, se aferró a ella y a mi me alejó, yo para su familia no existo. Todo lo contrario, q mi familia que sabe todo de mi, y adoran a mi hija…hija q no pueden disfrutar por que mi pareja dice que no se fía de mi y no puedo salir con ella a visitar a mi familia… Ni siquiera me puede decir mamá por que ella la corrige, la situación como pareja ya se está haciendo insoportable, y ahora dice que se va y se lleva a la niña…Os podéis imaginar el dolor tan grande que tengo..me siento enjaulada, no quiero hacer nada q pueda lastimar a mi bebe, pero tampoco me quiero separar de ella…si mi pareja fuese normal, no habría problema, nos separamos y hacemos nuestro régimen de visitas…pero por un lado al separarse se cambia de ciudad, y por otro si aún viviendo con ella yo no puedo salir a pasear con mi hija…creen que luego me dejará…. Gracias por leerme