A pesar de la sorpresa inicial, estaba empezando a acostumbrarme a esa serie de avisos. Incluso llegué a pensar que tanta amenaza acabaría por perder el sentido si se dedicaban a seguir enviándome notas. Llegué a desear que pasara algo de verdad.
Bárbara fue la que se asustó:
—¿Qué demonios es eso? —me preguntó.
—No tengo ni idea —en parte era cierto.
Se levantó, corrió a la ventana del salón y abrió la cortina, en un intento por encontrar al portador del mensaje. Empezaba a oscurecer, pero todavía había luz suficiente. Una calle desierta le devolvió parte de la calma perdida.
—¿Cómo puedes estar tan tranquila? —su boca parecía temblar.
Deseé poder confesar mi secreto. Me acerqué a ella y posé mis manos sobre sus hombros. Podía intuir, a través del suave tacto de su camisa, una piel tersa y fuerte. Mi serenidad fue contagiando su mirada, lo adiviné porque dejó de fruncir el ceño y sus ojos, de un verde profundo, dieron paso a unas dilatadas pupilas. Movía la cabeza despacio, ofreciendo una negativa irreal. Su boca, en silencio, era la que había decidido hablarme. Sus labios empezaron a abrirse, amagando la secreta intención de conseguir robar un beso. Así quise interpretarlo. Acaricié su rostro, envidiado probablemente por la seda de su ropa.
Me dejé llevar, no voy a mentir. Sólo quise tranquilizarla, juro que fue mi primera intención. Pero Bárbara acercó su cuerpo al mío, provocando el recorrido cálido de mi sangre en el fluir de mis venas. Sus piernas rozaron las mías y, cuando sentí su aliento tan cerca que el vapor se condensó en mi boca, entonces la besé. Nos besamos.
No podía evitar repetir en silencio las palabras escritas en la nota que ahora reposaba sobre la mesa: No sigas por este camino. Mis manos ya no me escuchaban, ni mi propia cabeza lo hacía, qué decir del resto del cuerpo.
No soy una persona de las que se lía con la primera mujer atractiva que encuentra. No me considero de las que decide que empezar un romance con su jefa es la mejor decisión la primera semana de trabajo. Alguna vez tiene que ser la primera.
Bárbara es cálida pero también decidida y generosa. Son los adjetivos que mejor pueden describirla. Es en lo que he seguido pensando toda la semana. No he podido evitar revivir cada uno de nuestros movimientos. Los he recordado cada día:
Mientras nos besábamos en el sofá, mis manos habían decidido iniciar un exhaustivo análisis de su cuerpo. Me dejé amar pero también amé. Recorrí su cintura introduciendo mis sigilosos dedos bajo su ropa. Me tomé la libertad de ascender hasta sus pechos, que me esperaban ansiosos tras el sujetador. Noté cómo desabrochaba el mío y la imité. Aceleramos nuestras caricias sincronizando nuestros movimientos. Cuando quise darme cuenta rodábamos sobre la alfombra medio desnudas. Le susurré al oído que fuéramos a la cama y, tras varios besos y algún que otro tropezón, llegamos a mi habitación. A esas alturas mis ansias estaban completamente desbordadas. La desnudé del todo y me lancé sobre ella. Sentí una llamada instintiva que me sorprendía y me excitaba al mismo tiempo. Recorrí su cuerpo con mis labios y mis dedos. Traté de aprenderme cada curva, cada poro. Alcancé sus rincones más íntimos mientras ella me envolvía con sus gemidos. Mi piel absorbía el placer liberado por Bárbara. Cada uno de sus espasmos encontraba su reflejo en mí. El final no se hizo esperar, y entre susurros y gritos nos derretimos juntas.
Fue la primera noche en mucho tiempo que dormí ocho horas seguidas, no me desperté ni una sola vez.
Eley Grey
Foto de portada: Luzilux
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jajaja mira por donde has constatado “algo” que ya sabíamos algunas mujeres, donde esté una buena sesión de sexo, que se quiten los ansiolíticos. Te cuidado, la industria farmaceútica te puede demandar. con cariño. Salud.
Sí, es cierto. Si todo se solucionara tan fácilmente…
Gracias por pasarte y comentar.
Salud!
me encantan sus historias
Gracias, Bélgica.
Un abrazo.
Holaaa estoy ansiosa por que suban el próximo capítulo, tendran alguna fecha para que esto pueda suceder, porqués verdad le e leído la historia a mi novia y le a encantado esta fascinada
Encantador, espero poder tener tu libro, se que estara lleno de belleza, ver el mundo a traves de esos ojos,,, fantastico
Muchas gracias, Gloria.
Saludos cordiales.
Me he leido los ocho capítulos del tirón y ahora quiero mas!!
Enhorabuena artista!! Saludos desde Graná 😉
Me alegra que te hayan gustado. Pronto más capítulos.
Os mantendré informadas!
Besazo para Graná.
es el primero que leo de calado erótico y me ha encantado, me reafirmo en lo que te dije el sábado, eres genial
Gracias, compañero.
Un honor recibir tus comentarios.
Abrazo enorme.
se ha hecho larga la espera pero ha valido la pena el capitulo de hoy y esperando mas sobre el desarrollo de la historia y la relacion entre ellas por supuestogracias, por los comentarios supongo que el libro no esta todavia editado, me equivoco? tiene algo que ver con el que presentaste en Madrid?, un abrazo y o tardes tanto je je je
Hola, Montse:
Gracias por pasarte y dejar tu comentario.
Efectivamente, el pasado sábado presentamos en Madrid Las mujeres de Sara, con la Editorial La Calle. Puedes conseguir el libro en la misma web de la editorial, también en las librerías de referencia lgtb (Berkana y Cómplices) o por Amazon, Casa del Libro, etc…
Espero seguir leyendo vuestras impresiones, es siempre un placer.
Un abrazo y bienvenida.
Eres una pasada, Eley! Me encantan tus historias. ¿Puedes ser más perfecta?
Gracias por tu comentario, Laloba. Todo un honor leer tus palabras.
Un abrazo.