Llegué a Madrid el 20 de agosto de 2012. Llevaba una mochila en la espalda, en cada brazo una maleta e iba a dormir en el sofá del mejor amigo de un amigo de mi mejor amigo hasta encontrar una cama de verdad. Había venido sólo para cuatro meses, pero cuando se terminó mi historia de amor en París, decidí no volver.
Bollera en el exilio, rápidamente quise mezclarme con gente como yo. Me quedaba ese temor parisino de que, a mi edad, las personas no tienen más espacio para nuevos amigos en su vida, que sólo se abren las puertas a la novedad si se folla. Y yo no quería amantes sólo colegas.
Así que entré en una batucada, empecé a patinar, di clases de francés, jugué al futbolín… A base de actividades femeninas, me introduje en el ambiente lésbico madrileño. No me gusta generalizar sobre un grupo de personas y estoy segura de que sólo he visto una pequeña parte de la situación, pero igualmente os voy a contar la impresión que me dan las lesbianas de aquí.
Tengo la impresión que son un huevo, que son de todas las edades, que se mezclan con ánimo. Y que fueron capaces de liberarse de los condicionamientos sociales que soportan las parisinas: ser bella, ser flaca, encontrar a alguien para pasar el resto de su vida y tener niños. Son feministas y queer y alternativas y se niegan a ser invisibles.
Y después de ver cómo Madrid se adapta a ellas, no debo de estar muy lejos de la realidad.
En este país un poco esquizofrénico que se deshizo tarde del franquismo (en 1977) y que fue uno de los primeros en permitir el matrimonio gay (2005), siento la presencia de estas mujeres por todos los lados: los grafitis “Long hair lesbians”, el día de la visibilidad lésbica cuando comimos piruletas con forma de coño, el Ladyfest, la página dramafreemadrid y sus “ideas y recursos para lesbianas” o el Orgullo indignado una semana antes del oficial.
Las bolleras de aquí abandonaron Chueca (el “Marais” de Madrid) para instalar su sede en Lavapiés. Allí, entre el peluquero marroquí, los restaurantes indios y los bazares chinos, ocupan lugares agradables y no de moda, bares de barrio para chicas, donde nadie te mira fijamente si no vistes tus mejores galas. Porque Chueca es caro, huele a plástico y a gueto a la vez.
Entiendo a esas chicas que no quieren un barrio exclusivamente para ellas sino sólo ser una minoría más entre las que pueblan Lavapiés. En las calles empinadas de este antiguo barrio de viejos, los colores y los idiomas se mezclan bastante bien. Bienvenidas al barrio de Madrid donde más casas ocupadas y nacionalidades diferentes hay.
Aquí las lesbianas navegan entre el centro social autogestionado de mujeres la Eskalera Karacola, el 33 para bailar, el Mojito para beber y la Antigua taquería para comer. Y la oferta tiene éxito, así que crece la oferta. Parece que hoy en día hay más lugares para chicas que para chicos en Lavapiés. Pero lo bonito es que no son la mayoría ni están concentrados en la misma calle, lo bueno es que allí se puede conocer cualquier tipo de gente, lo agradable es que no se va allí específicamente para ligar, lo práctico es que los otros lugares del barrio, los “no específicamente LGBT” son realmente gayfriendly y que hay que tener garra para encontrar a alguien que cobre más de 2 euros por una cerveza. Así que sí, en cualquier sitio de aquí estas chicas están como en casa.
En Madrid conocí a Marian, que me pareció bastante exótica cuando me dijo ser una mujer divorciada, Martouchi que tiene la edad de mi madre y se va a la cama después que yo, Bea que chapurrea el francés, Isa que acoge a todas las lesbianas en su piscina cuando Madrid se convierte en un horno, María, su sobrina que cuando salen es su brazo derecho. Y muchas más, que hacen que me encante tanto Madrid que podría hablar sobre ella hasta mañana.
Julia Faure
Qué bonita descripción.. recuerdo algo muy parecido en mi única visita a Lavapiés. Pero son las chicas de Madrid las que hacen que resulte especial. He hablado sobre ello en mi blog, porque tengo un recuerdo único. Y mucho que agradecer..
Me encanta como escribe esta chic y todo lo que dice!! 🙂
que buena onda 🙂
muy buena la historia , lo cuenta con mucha naturalidad, y segun leia, pensaba que hay cosas que es mas facil de conseguir en las grandes ciudades que en pequeñas ciudades, y a veces me hace sentir asi como un tipo de envidia sana a quienes vivis en madrid, barcelona, por poner un ejemplo , es hasta complicao encontrar un grupo de chicas adultas que quieran aprender a jugar al basket !! … en un viaje a madrid, visitiè chueca, por curiosidad, pasaba varios dias en la ciudad y visitè esa zona de dia y de noche , por saber como era el lugar… y la verdad es que me desencantò un poco , pero bueno , yo estoy en eso de encontrar un grupete nuevo de chicas con las que hacer cosas de ese tipo que cuenta en su historia personal, hay veces que por razones “x” decides darle un cambio a la vida, porque asi lo estàs sientiendo .
Soy una malagueña cincuentona con espíritu de 15 y voy a ir a Madrid en junio voy sola por trabajo y pasare la noche del viernes 18 y sábado 19 que me aconsejáis para pasarlo bien?
Hola
me identifico mucho contigo…
Acabo de llegar a Madrid y me siento muy sola.. tengo 43 años
no se si podrías ayudarme a socializarme un poco en este ambiente…
gracias de antemano
sabes donde puedo hospedarme en madrid?
mas bien busco alojamiento para 3 meses. y no conozco a nadie ahi. voy por practicas profesionales
Busco chicas bi en Madrid. El placer y el amor femenino me atraen. Explorar el placer y el amor con o sin mi pareja.
Yo también busco chicas bi… dejo mi correo [email protected]
hola violeta
me encantaria poderte conocer y hablar de todo esto
y vernos en persona soy bis como tu y podria ser con pareja te dejo mi wassap 612249196