“Ser lesbiana en este pueblo y no morir en el intento” – CapĂtulo XVI
BĂĄrbara sigue caminando detrĂĄs de mĂ, eso no es lo que me congela el pulso, ni siquiera su gesto, abatido y pĂĄlido como la cal con la que pintaron los […]
BĂĄrbara sigue caminando detrĂĄs de mĂ, eso no es lo que me congela el pulso, ni siquiera su gesto, abatido y pĂĄlido como la cal con la que pintaron los […]
âÂżSe puede saber quĂ© ha pasado aquĂ? ÂżEs que no puedo llegar tarde ni un dĂa? âtodavĂa no estaba sentada frente a ella y ya me estaba interrogando. âÂżQuĂ© estĂĄs
Jueves, seis de la mañana. Tras la horrible pesadilla habĂa podido descansar, aunque mi verdadera intenciĂłn habĂa sido la de hacer guardia. Por fortuna, la cĂĄmara no habĂa dejado de
Varias ideas cruzaron mi mente al ver aquel sĂmbolo sobre el espejo. La mĂĄs potente era, sin duda, la de que alguien habĂa entrado mientras yo estaba fuera paseando con
AbrĂ un ojo y tratĂ© de reordenar el aluviĂłn de imĂĄgenes y recuerdos: faro, golpe, mareo, camino subterrĂĄneo, bodega, BĂĄrbara, hospital⊠¥BĂĄrbara! Me girĂ© sobre mis doloridos brazos y allĂ
Las voces al final de lo que parecĂa un tĂșnel se fueron intensificando, pude descifrar a dos personas distintas: un hombre y una mujer. La luz estaba mĂĄs cerca y
Segundo dĂa laboral y yo allĂ tirada: a oscuras y sin poder utilizar el mĂłvil. La torcedura del tobillo no me impedĂa caminar, asĂ que a pesar del dolor me
Esta Ășltima semana ha sido frenĂ©tica. No sĂ© por dĂłnde empezar. A veces pienso que mi vida es de pelĂcula, creo que nadie me creerĂa si contara la verdad. La