Patricia acaba de reafirmar su homosexualidad por todo lo alto. ”Soy muy gay”, decía en una de sus últimas declaraciones, renegando de la bisexualidad con la que explicaba en el pasado sus parejas femeninas a la prensa. Y lo más bonito de todo esto es que, después de reconocerlo, estoy más en contacto con mi feminidad.
SUS MUJERES
No ha sido hasta los 44 años y aprovechando la reciente publicación de su libro autobiográfico ”Sin tacones, ni reservas” donde se ha atrevido a confesar su odisea: su caída en el mundo de las drogas, su miedo a aceptar su verdadera orientación recurriendo a relaciones infructuosas con mujeres y hombres y su apasionada relación con Sandra Bernhard, cantante y cómica feminista (derecha).
Hoy la actriz se siente por fin libre y feliz. Esa felicidad que venía buscando, como confesaba en anteriores entrevistas, y que afirma haber alcanzado por fin con estas declaraciones. Hoy en día ella y su novia desde hace un año, la también actriz y escritora Ileanna Simancas (imagen inferior), ofrecen su imagen como pareja para luchar por los derechos LGTB.
Ileanna afirmaba hace unos días a El Universal (Periódico de Caracas) que fue ella misma la que le animó a meter más chicha sobre sus relaciones amorosas en el libro:
“Patricia me lo dio y me lo leí en inglés. Recuerdo que le comenté que le faltaba más corazón, ‘Hasta que no me hagan vomitar tus historias de amor, el libro no estará bien’, le dije. Después que lo corrigió y cuando lo leí de nuevo le dije: ‘Ahora sí me dieron ganas de vomitar, me dieron celos’… en fin” explicaba Simancas. La actriz afirma sentirse “muy cómoda” con su estrenada visibilidad ante Hollywood.
SU PASIÓN
Hija de madre indígena y padre mestizo, ambos educadores y padres de seis hijos, Patricia ha priorizado ante todo su labor humanitaria, dirigida principalmente a asistir y ayudar al grupo indígena del que proviene su madre, los wayúu colombovenezolanos, llegando a crear de su propia mano en 2002 la Fundación Wayúu Tayá. Esta organización sin ánimo de lucro no piensa detenerse hasta llevar educación y sostenibilidad a cada hogar Wayúu, y está reconocida por la ONU y el comité de Women Together. En torno a su proyecto convoca anualmente galas para recaudar fondos, presididas por personajes destacados como Iman, Hillary Clinton o Carolina Herrera.
SU PROFESIÓN
Nacida el 31 de enero de 1971, tuvo una infancia muy nómada, criándose junto a sus hermanos entre Venezuela, México y Francia.
Su acercamiento a las artes escénicas se inició con la danza artística, pero a los 18 años se atrevió a probar suerte en el certamen de Miss Venezuela. No ganó, pero su presencia no dejó a nadie indiferente, y el concurso supuso el principio de su carrera pública: modeló en las pasarelas más importantes, Milán, Paris y Nueva York, de la mano de firmas como Lagerfeld, Chanel y Dior.
Patricia no deja arte sin probar, y alcanzados los 20 comenzó su andadura como actriz protagonizando un videoclip de Red Hot Chili Peppers, apareciendo en películas como La Momia (2001) o Fidel (2002). Las series CSI, Ugly Betty y L Word, también han disfrutado de su imponente presencia y talento. Patricia es una imparable todoterreno, y hace poco más de un año también se ha estrenado en el mundo empresarial con una línea de productos cosméticos 100% naturales; Taya Beauty (vendida a través del Canal Home Shopping Network para Europa). ”Taya” significa “Yo soy” en lengua wayúu. La más fascinante de esta línea es que todas las recetas las aprendió ella misma creciendo entre los indígenas, “Viendo los resultados en mi cabello y mi piel siempre tuve el deseo de compartirlas con el mundo de una manera que resultara práctica y accesible”.
En recientes entrevistas, Patricia ha lanzado un llamamiento a toda la comunidad LGTB;
“No están solos. Vivan su verdad, porque siempre pensamos en el juicio de los demás o en proteger a nuestros seres queridos, y eso nos hace daño.
Siéntanse libres, porque no tiene nada de malo ser gay”.
[…] sabemos si se formaron este año, pero en 2015 descubrimos la de Patricia Velásquez, con la escritora Ileana Simancas. […]