Todas tienen algo en común. Sufrimiento excesivo solo por su condición de ser mujeres lesbianas. Nada más. He aquí el crimen. Sentirse atraídas física y emocionalmente por otra mujer y no por un hombre, algo que en tantos países se considera tan natural, al punto que puedes casarte y formar una familia, pero en Sudáfrica no lo es.
Sudáfrica lleva siendo durante años tristemente famoso por las llamadas violaciones “correctivas” a mujeres lesbianas, una práctica brutal que pretende que al violar a mujeres, normalmente en grupo, estas van a cambiar su orientación sexual.
Muchas veces estas violaciones han sido acompañadas de palizas e incluso asesinatos. Peligrosa combinación la del machismo y la lesbofobia.
Xoliswa Jubeju es una mujer lesbiana que vive en Ciudad del Cabo. Forma parte de un equipo muy especial, un equipo de rugby compuesto por otras mujeres lesbianas donde todas tienen algo en común: haber sido violadas, abusadas y atacadas.
Hasta hace poco también las unía un sentimiento: Miedo. Miedo a hablar, miedo a represalias, miedo a ser asesinadas.
Esta discriminación empujó a Xoliswa a formar un equipo de rugby, a visibilizar la situación en una sociedad que no entiende lo que es ser gay o lesbiana, que lo consideran una maldición satánica. “Durante mucho tiempo viví como en una jaula. Tuve que acostarme con un chico para demostrar a mi familia que soy mujer”, cuenta a la BBC.
Formó el equipo para que la comunidad se sienta orgullosa de ellas, para que las acompañen en sus logros, incluso siendo lesbianas.
La historia de Xoliswa forma parte de la temporada de 100 mujeres. #100Women, campaña organizada por la BBC. No te pierdas el vídeo:
La fotografía de portada pertenece a Rainbow Girls, comunidad de lesbianas en Sudáfrica