Una lacra invisible: la violencia contra mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales

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Directora Revista MíraLES

Editorial

Las mujeres LBT, lesbianas, bisexuales y transexuales nacimos de noche. Noche oscura sin luna. Por eso ha sido tan difícil. Caminar a ciegas, a tientas. Tropezar. Pero eso nos agudizó la mirada.

Cada uno de nuestros pasos prepara el terreno de quienes nos siguen. Afortunadamente, a las de mi generación, nos ha tocado un camino más llano. Las que nos preceden tuvieron que mover muchos obstáculos, así, entre las sombras.

En la oscuridad nos habituamos a la invisibilidad. Hoy ya sabemos que es del lado de la luz donde se consiguen las cosas. Pero el historial de oscuridad que nos persigue como una sombra es a veces tan largo que tenemos que hacer un doble esfuerzo para ser vistas.

La violencia hacia mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales forma parte de la noche. De la oscuridad. Es el tipo de violencia menos visible, innombrable en los códigos penales de la mayoría de los países.

Según el último informe de la Comisión sobe violencia contra personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersex (de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) en América, las mujeres lesbianas y las que son percibidas como lesbianas son más propensas a sufrir violencia por misoginia y odio motivado por temas de género.

En Ecuador un hombre disparó a su esposa en la espalda y al cuello por ser lesbiana. No logró asesinarla pero sí la dejó con una discapacidad permanente y a cargo de sus 5 hijos. En Chile una joven fue golpeada y apuñalada por los hombres de la familia de su novia, decididos a acabar con esa relación. En Perú una chica recibió una brutal paliza en la cabeza y el rostro por intentar defender a su novia de las agresiones de su hermano.

Además de estos ejemplos, el informe da cuenta de otros muchos casos de mujeres lesbianas castigadas por rechazar a hombres. Una mujer no heterosexual es percibida como un insulto, como una anormalidad digna de ser corregida. Una mujer no disponible al deseo masculino desata la ira del machismo hómofobo.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos también alerta contra la creciente violencia hacia mujeres bisexuales. Según la Encuesta Nacional sobre Parejas Íntimas y Violencia Sexual en los Estados Unidos, en 2010 el 60% de mujeres bisexuales había sufrido violencia sexual, física o acoso como mínimo una vez en su vida. Las lesbianas un 44% y las mujeres heterosexuales un 35.

Las mujeres transexuales son las que más vulnerables se encuentran frente a la violencia. Desde 2008 y 2014, 1.700 personas transexuales han sido asesinadas en 60 países, según datos del Observatorio sobre el Asesinato de Personas Trans, que está coordinado por el grupo de derechos LGTB Transgender Europe.

Arrojar luz sobre nuestros cuerpos y nuestra realidad no es solo un trabajo nuestro. No nos compete únicamente a nosotras, las mujeres LBT. Es un trabajo coordinado desde el gobierno, los medios de comunicación y las instituciones. Es el trabajo de padres criando a sus hijos, profesores educando, y personajes mediáticos (políticos, religiosos, famosos) siendo responsables de lo que dicen, siendo conscientes de que las palabras funcionan como semillas en el otro. Pueden sembrar respeto o miedo. Amor o destrucción.

Nacimos en la sombra. Pero eso nos agudizó la mirada. Aprendimos a no temer a la oscuridad. De ahí nuestra fuerza, de ahí nuestro poder para cambiar el mundo, nuestro mundo.

Ver: Violencia entre parejas de lesbianas

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