Violet Vause y Kayden Blake se conocieron y se enamoraron cuando eran adolescentes, en California. Luchar por su amor fue toda una hazaña puesto que ambas provenían de ambientes profundamente religiosos y conservadores.
Así lo cuenta Violet, que cuando tenía 15 años estaba internada en un colegio católico y fue sorprendida teniendo sexo con otra alumna. Llamaron a su madre, aunque eso fue lo de menos porque su madre apoyaba su bisexualidad, el problema fue un castigo tan severo que aún recuerda traumatizada lo humillante que fue para ella.
Al poco tiempo Violet y Kayden se conocieron por amigos comunes, y se enamoraron. Pero los problemas siguieron. La familia de Kayden le prohibió continuar con la relación, así que ella tuvo que cortar la comunicación con su familia.
Al terminar el colegio decidieron ir a vivir juntas, pero tal como cuentan no les alcanzaba el dinero, aunque trabajaban jornada completa en una oficina. Aquí tomaron la decisión que cambiaría totalmente su vida, decidieron ser chicas de cámara, como se conoce a un trabajo sexual en el que los internautas te espían por una cámara.
“Cuando sólo trabajamos como cam girls, éramos muy, muy abiertas sobre nuestra relación”, dijo Kayden en una entrevista a VICE. “Nos casamos durante ese período y lo anunciamos en línea. Recibimos muy buenos comentarios. Nuestros seguidores nos enviaron regalos de boda”. Ser cam girls no sólo afirmó su relación como pareja, sino que las ayudó a comenzar una exitosa carrera de tiempo completo como modelos webcam, comentó Kayden. “Este trabajo hizo mucho por nosotras tanto en nuestras vidas personales como en nuestra relación y en todos los demás aspectos”.
Dos años después de sacar una alta rentabilidad de su vida sexual por cámara, la pareja decidió dar un paso más. La prostitución de lujo. “Nunca se nos ocurrió trabajar en un burdel pero nos mudamos a Nevada, donde la prostitución es legal, y varios de nuestros fans sugirieron que lo intentáramos. La idea nos intrigaba bastante. Nunca estuvimos cerradas a esa posibilidad, simplemente era algo que no se nos había ocurrido”.
Al trabajar en la prostitución les preocupaba que tendrían que competir con otras chicas, y el estar casadas, pensando que a muchos “clientes” (así los llaman ellas, nosotras preferimos llamarlos por su nombre, “puteros”), no les hacía gracia saber tanto detalle de la vida de las prostitutas. Con respecto a su relación no creían que el ver a puteros por separado podía afectar lo que tenían. “Ambas comprendemos los límites de cada una y en qué posición nos encontramos con respecto a lo que es y no es aceptable para la otra”, dice Violet.
Comenzaron a trabajar en Sheri’s Ranch, un burdel legal y resort para adultos en Pahrump, Nevada, cerca de Las Vegas. Lo eligieron porque todo estaba controlado por mujeres y tenían una política de tolerancia cero con el alcohol y las drogas.
Trabajando como prostitutas – pareja casada les ha ido muy bien. Bastante gente que las seguía por cámara ahora las visita en el burdel, así como bastantes bisexuales, transexuales y personas de género no binario.
Violet y Kayden dicen que esto sin duda les ha cambiado la vida, y ahora hablan de cosas que antes ni siquiera se podían plantear, como comprar una casa, tener hijos y estudiar.
Fuente: Vice
¿por qué dicen que son lesbianas si son bisexuales? Las verdaderas lesbianas le tienen asco a los hombres y son misándricas la gran mayoría. Es decepcionante que una revista lésbica quiera enseñarnos que las lesbianas se acuestan con hombres, cuando todas sabemos que una pareja verdadera de lesbianas nunca lo harían.