@MJ_MiraLES Dar la vida por las cosas que odiamos. Como Dominique Venner, ensayista francés y antiguo miembro de la organización terrorista de extrema derecha, OAS, que en mayo se suicidó detrás del altar de Notre Dame. En su blog, antes de morir, expresó su rechazo a la aprobación del matrimonio homosexual y la inmigración.
Querer conservar la vida para disfrutar las cosas que amamos. Como Davide Tancredi, un adolescente italiano de 17 años que escribió una carta “como única alternativa al suicidio”. Su inspiración fue Venner y los homenajes que el homófobo y xenófobo recibió en distintas ciudades italianas, en las que se referían a él como el Samurái de Occidente. Davide reconoce que vive en una sociedad troglodita donde no le aceptan, a pesar de haber nacido así. Pide una ley contra la homofobia, y otra que reconozca a las parejas del mismo sexo. La carta fue publicada en La Reppublica y tuvo un gran impacto mediático. La presidenta de la Cámara de Diputados le respondió invitándole a un encuentro.
La vida y la muerte. El amor y el odio. Venner y Tancredi son el ejemplo perfecto para graficar a esta Europa bipolar. Entre quienes están concienciados con las cosas que importan, con la necesidad de buscar la felicidad, el equilibrio, el sentido de justicia. Y entre aquellos que, en lugar de buscar más y mejor para sí mismos, se esfuerzan en quitar los derechos del resto. En que los demás tengan menos y peor.
Europa dividida en un conflicto constante con dos fuerzas muy bien definidas. Por un lado la parte más animal e intolerante, esa que funciona impulsada por el miedo a lo diferente. Y otra que celebra la diferencia, el área del pensamiento, de la creación, el arte. Mientras en Francia los homófobos se manifiestan en contra del matrimonio homosexual, destruyen y amenazan, en Cannes se lleva la Palma de Oro y las ovaciones de los espectadores una película que cuenta la historia de amor entre dos chicas.
Rusia aprueba una ley que prohíbe hablar bien de la homosexualidad a menores. También que parejas del mismo sexo adopten niños ahí. Estas decisiones y estos actos no son vacíos. Arrastran cosas. Siempre están acompañados de ruido. Ruido a veces ensordecedor. Ruidos que son gritos. Como los del joven gay ruso que hace poco fue torturado y asesinado por dos “amigos”. Otro de 39 años que acaba de ser apuñalado hasta la muerte. Y el del activista gay que fue golpeado y pateado en el suelo por un grupo de niños y adolescentes.
Europa bipolar. Mensajes contradictorios incluso de las autoridades. Mientras el Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechaza el recurso presentado por dos ciudadanos británicos que fueron despedidos de sus trabajos por discriminar a parejas homosexuales, el obispo de Bayona expresa públicamente su apoyo y admiración a Nicolás B., un adolescente condenado a cuatro meses de prisión por sus actos violentos durante las manifestaciones en contra del matrimonio homosexual en Francia. “Es el orgullo y esperanza de la sociedad”, afirma el obispo.
¿Qué nos está diciendo Europa? ¿Qué le dice al mundo? Europa no es consciente de que para Latinoamérica ejerce como hermano mayor. Un hermano a veces abusón, a veces generoso, pero el hermano que, para bien o para mal, sirve de ejemplo. El hermano mayor con el que se discute y a la vez se admira en secreto. Europa, no lo olvides. En Latinoamérica vamos muy a lo nuestro, pero de reojo, te estamos mirando.
Europa bipolar, como en la historia del abuelo que cuenta a su nieto que en su interior dos lobos libran una encarnizada lucha por el poder. Uno representa la rabia, la ira, el odio, el rencor, el miedo. El otro lobo representa el amor, la tolerancia, la generosidad y la compasión. “¿Y qué lobo gana la pelea?”, pregunta el niño. “El que yo alimente”, contesta el abuelo.
Dar la vida por las cosas que odiamos. Conservarla para disfrutar lo que amamos y queremos amar. ¿Y tú a qué Europa vas a alimentar?
Que pertinente al momento! En Chile se tuvo hoy, Domingo 30 de Junio, las votaciones de las primarias, para escoger que candidato de los respectivos partidos correrían para presidente. Grande fue mi decepción cuando en ambas coaliciones salieron candidatos en contra del matrimonio igualitario. Me frustré como hace mucho no hacía! Tengo 18 años, por fin puedo votar para escoger el futuro de mi país, soy lesbiana. Quiero poder algún día casarme, formar una familia, tener hijos con mi pareja y dar y recibir amor dentro de la familia que formaré. Cada día ese sueño se ve más lejano debido a la intolerancia y la homofobia, y solo me pregunto: ¿Por qué mis amigos y hermanos pueden casarse y tener una familia y yo no? ¿Por qué tengo que temer ir por la calle de la mano de mi polola o darle un beso en público? ¿Que tengo de malo que me tengo que esconder y los otros no? Lamentablemente si seguimos por la vía en que vamos, mi sueño en Chile jamás verá la luz.
Guauuuu
Alimentemos la vida!!
Buenísimo!! Cuanta razón con eso de la Europa bipolar y cuánto daño directo y colateral… Por supuesto alimentemos la vida, el respeto y la igualdad!!!
Muy interesante descripción de la dualidad. sólo una aportación sobre la otra dualidad de la que se habla en el texto. No existe en realidad desde el punto de vista científico una parte animal instintiva y otra racional producto del pensamiento. Funcionan juntas se retroalimentan. La mayor parte de las decisiones que sino todas están elaboradas mucho antes de que lo pensemos. Es decir ya hemos decidido algo antes de que seamos conscientes de lo que hemos decidido. De eso se encarga una zona del interior del encéfalo relacionada con lo denominamos comúnmente intuición. Así es que intuición y pensamiento creatividad conocimiento. . . áreas situadas en la corteza cerebral se comunican con el lado no consciente para tomar decisiones las cuales derivan de el conocimiento adquirido en ambas zonas. Lo cual enriquece el proceso y sobre el final
Sí y no. Lo “racional” y lo “instintivo” Están presentes en todos nosotros. Eso es cierto. El primero, regido por el córtex cerebral; estudia, razona y desarrolla especulaciones y teorías complejas. El segundo, localizado en el “cerebro reptiliano” es el encargado de las respuestas necesarias para asegurar la supervivencia, desde la reproducción hasta la defensa ante un peligro.
Ahora bien, existe un tercero y no ignorable: “El cerebro límbico” aquel que actúa sobre las emociones, y con ello, nuestro sentido del arte y la creatividad.
En la toma de una decisión, intervienen “la corteza cerebral” y “el cerebro límbico” Y según la situación y la persona, primará la fuerza de uno u otro. En cambio, al actuar “El cerebro reptiliano” no hay toma de decisión, sino acción, una respuesta instantánea ante lo ocurrido.