Un mundo que rompe con todas esas ideas prefijadas para los superheroes: Viven en Estados Unidos, son heteronormativos y de valores incuestionables y occidentales.
Pues en esta película, basada en la historieta Superman: Red Son, el superhéroe es criado en la Unión Soviética: La nave donde viaja el útlimo hijo de Krypton cae en este país donde el superhéroe acaba siendo campeón de los obreros por el socialismo, según la propaganda soviética.
Batman y Wonderwoman son los otros protagonistas de la cinta. Wonderwoman es una embajadora de la paz de la URSS que, como en la historia original, ha sido criada en una isla llena de amazonas. Por su parte, el hombre murciélago es un terrorista que se enfrenta a la Unión Soviética.
Amplia tu lectura con Wonder Woman es lesbiana. No hay duda.
Superman y la Mujer Maravillosa se encuentran en una escena bailando en el balcón, cuando el super héroe decide besar a la compañera de batallas. Ella le detiene, y le dice “yo vengo de una isla habitada solo por mujeres, Superman. Resuélvelo tú mismo“, confirmando lo que muchas hemos pensado muchas veces: Que las amazonas tienen relaciones lésbicas entre ellas.
Por supuesto la decisión de los autores de la historieta y de su adaptación cinematográfica ha sido criticada por aquellos que ven “excesiva” la aparición de un personaje LGTB protagonista en un cómic de DC. Secundario sí, y si acaso bisexual, y que acabe con un hombre. En fin, queda mucho por hacer, así que celebramos que esta película sea diferente y valiente, y también que la isla de las amazonas coja por fin sentido.
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