“Existen tantas realidades como puedan inventarse”, decía Oscar Wilde. Eso como los miedos. Existen tantos como podamos inventarnos. El miedo es un monstruo inventado por nosotras mismas que nos persigue y nos asusta. Y como no existen límites a nuestra fantasía , tampoco a nuestros miedos. La buena noticia es que como somos nosotras las que los creamos, también podemos desestructurarlos y superarlos.
Cuando creas un mostruo y huyes de él, te perseguirá hasta los confines del universo. Si por el contrario, después de haberlo creado, no huyes sino que te enfrentas a él, incluso lo tocas, se desvanecerá como el humo.
Tengamos en cuenta que nuestros miedos radican en una parte de nuestro cerebro llamada Reptiliano, una parte antigua cuya misión era protegernos: si se acercaba demasiado un Tiranosauro lo mejor que podíamos hacer era huir como alma que lleva el diablo. Lo que sucede en estos momentos es que seguimos teniendo los mismos impulsos, luchar o huir, con miedos que no existen, que los estamos creando nosotras mismas partiendo de aquellas ideas, fantasías, creencias y demás que sólo nos atañen a nosotras mismas.
Los miedos (fobias y pánicos incluidos) son muy limitadores, incluso pueden llegar a convertirse en inhabilitadores de la vivencia normal diaria. Se desarrollan en línea con la evolución de nuestro estilo de vida. Ya comentaba Jung aquello de que cuanto más grande es la luz, más amplia es la sombra.
Los más frecuentes son:
Miedo al fracaso
El miedo puede limitarte, aunque el miedo al fracaso te va a mantener inmóvil. Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a fracasar, a equivocarse o cometer errores.
“El fracaso más grande es nunca haberlo intentado”, dice un proverbio chino. Te paras, te lo piensas, no es el momento, lo sopesas. Y al final la parálisis por el análisis hace su aparición. Es una fobia particularmente paralizante , ya que como tienes miedo a fracasar dejas de involucrarte en actividades en las que temes perder o fracasar. No es que fracases, es que ni siquiera has empezado cuando ya te estás diciendo aquello de “No va a salir bien”, “esto no es para mi”, “ni siquiera se ha dado cuenta de que existo”. Y miles de justificaciones más. Fracasar es una opción, aunque yo lo veo más como una lección de vida. Si te caes, levántate y aprende, el no ya lo tienes. ¿Qué puedes perder? No puedes perder algo que todavía no tienes. Un problema es que nuestra cultura hace un culto a la perfección, tanto en la imagen, como en las relaciones, en la carrera, etc.
Si bien la perfección es sólo una ilusión, el fóbico siente que no puede descansar hasta haberla alcanzado. La mejor manera de superar este miedo es enfrentarte a la que más temes de manera gradual. Además de asumir que el fracaso es un paso necesario si deseas alcanzar el éxito.
El problema no está en tropezar en una piedra varias veces. ¡El problema está en que te encariñes de la piedra!
Miedo al éxito
Todo te va bien, es perfecto y cuando estás a punto de conseguirlo, ¡zas! Te boicoteas a ti misma, de manera inconsciente, todas tus posibilidades de éxito.
Es difícil creer que existe el miedo al éxito, pero es una de las principales razones de nuestros fracasos y limitaciones. Este comportamiento está frecuentemente asociado a la baja autoestima, al miedo al fracaso en el último momento, al no ser capaz de conservar ese estado de éxito, a no conseguirlo o no merecerlo (sentimiento de inferioridad). También depende de la idea que cada una tenga del éxito, desde luego.
Miedo al rechazo
Es un miedo irracional de que otras personas no te aceptarán por como eres, lo que piensas o como actúas. Esto te lleva a tomar grandes precauciones en tu comportamiento o interacción con los demás. Así te comportas de una forma en la que dejas de ser tú misma y buscar la aceptación y la aprobación a costa de quien eres.
Esto suele suceder a personas muy dependientes, a aquellas que necesitan de la aprobación y afirmación. Lo que conduce a una actitud de autocensura que inhibe tu creatividad, tu productividad e imaginación.
Este es un miedo que que roba una gran cantidad de energía y da como consecuencia inmovilización y comportamientos contraproducentes y autodestructivos de quien eres con tal de pertenecer al grupo de referencia con el que deseas identificarte. Produce estancamiento e incluso, en sus máximos grados, depresión.
Estás a merced de otras personas para sentirte de un modo u otro, la autosatisfacción y la creencia en una misma está en los demás. Este miedo es la abdicación de tu propio poder y el control sobre tus decisiones de vida.
La forma de superarlo es siendo tú misma y teniendo en cuenta que a todo el mundo no le vas a gustar, que no puedes ser perfecta para todos y que lo mejor que puedes hacer es encontrarte a ti misma, recuperar tu poder personal y el control sobre tu propia vida, paso a paso, día a día.
Miedo a perder el control
O lo que es lo mismo, el miedo a dejarse llevar. Este tipo de miedo se asocia con la tendencia obsesiva a tenerlo todo bajo control, lo que puede llevar a tener auténticos ataques de pánico. Impide vivir cualquier forma de situación agradable ya que para disfrutar del placer, el que sea, hay que abandonarse completamente a él. Suele darse al hablar en público, o en situaciones en las que tememos “perder los papeles” por una falta de control de la situación.
Tenemos que tener en cuenta que lo único que podemos controlar es a nosotras mismas, lo demás son cosas que suceden y que dependen de nuestra actitud.
Miedo al miedo
Este es un miedo que se tiene al desencadenamiento del miedo en si por las sucesivas reacciones mentales y fisiológicas que desembocan en temor o ansiedad. Al principio puede generarse a través de percepciones o creencias externas, pero si no se trabaja puede desencadenarse desde el interior, sobre la base de fantasías o pensamientos.
Lo mejor es enfrentar poco a poco los miedos que nos trastocan la vida y, a veces incluso de manera inconsciente, la convierten en un calvario que no permite conseguir aquello que más queremos.
Es tu vida y depende de ti ¿cómo quieres vivirla?
Elena Guillomía
Coach y Trainer de habilidades personales para la mujer
www.insolitwomen.es
www.consentido.com.es
Sí, estoy totalmente de acuerdo, como no podía ser de otra manera. Sólo pongo un “pero”, cuando haces la pregunta de “¿Qué puedes perder?”. En mi caso, mucho. Y eso es lo que me mantiene inmóvil.
Felicidades por el artículo.
Gracias Cristina por tu gran sinceridad! Cuando hago la pregunta de ¿qué puedes perder? es en relación al miedo, a que los “no” ya los tenemos, sólo puedes ganar!. Dime …. ¿qué puedes perder que sea tan imposible de superar que te hace mantenerte en tu zona de comodidad? Todo lo que quieres está fuera de esa zona…. da un pasito
Me ha gustado este artículo, el miedo ha sido algo que me ha acompañado toda la vida limitándomela seriamente y, a dìa de hoy, sigo trabajando en superarlo pero parece que cada vez me autoboicoteo menos
Gracias Aroa!
Si te autoboicoteas menos es porque algunas cosas ya están siendo conscientes en tu mente. Cuando sientas ese miedo…. da un paso al frente! Verás que no existe ese peligro como lo es en tu mente.
Cuanto más pronto lo enfrentes..antes se irá!!! Es difícil, lo se.
Olé Lyoda! Sea lo difícil que sea para ti, vas y lo haces! 🙂 Me encanta!
El miedo me ha paralizado a mi por más de media vida. Cuesta desengancharse pero me alegra decir que hace mucho tiempo no me coarta 🙂
Esa chica fuerte y poderosa…. qué se vea!
Todo es tan fácil o tan difícil como queramos nosotras que sea … ¿has tenido que jugar el partido de tenis mental con tu miedo (que si, que no, que si, ….)? ¿Quién ha ganado?
Me encanta este articulo. El miedo es una emoción dolorosa, excitada por la proximidad de un peligro, real o imaginario, y que está acompañada por un vivo deseo de evitarlo y de escapar de la amenaza. Yo llevo muchos años queriendo desengancharme de él, pues me ha estado limitando toda mi vida y realmente lo sigue haciendo, me paraliza mucho. Estoy trabajando mucho en ello y lo voy ha conseguir.
Gracias por toda la información que has desarrollado sobre el miedo, me ha ayudado mucho.
Un saludo.
Seguro que lo consigues! Sigue trabajando con él…. no contra él
yo, por mi enfermedad, me habia creado en mi mente la idea negativa de que nunca nadie podria quererme ni aguantarme como soy, por lo tanto nunca volveria a tener pareja. Gracias a k conoci a una chica de la que estoy enamorada y ella de mi, y me acepta como soy, y sobre todo a una amiga que me dijo, quitate es idea de la cabeza o la perderas, salte al vacio,un vacio que yo sola habia creado. y mira ahi estamos.