El viernes pasado yo y unas amigas fuimos a ver Disobedience. No fuimos al mismísimo estreno por trabajo, pero si a la primera oportunidad que tuvimos de coincidir, a riesgo de que no dure mucho en cartelera. Celebramos que no se hayan cumplido los malos presagios de que no se iba a estrenar en España. Disobedience está en los Golem, los Renoir Retiro y los Morasol en Madrid, y en los Yelmo Cines Icaria, Renoir Floridablanca y Balmes Multicines en Barcelona -además de en Alicante, Granada, Pontevedra, Sevilla, Valencia y Zaragoza-.
Vamos, todo esto para que sepas que no tienes excusa para no verla. Levántate del sillón y tira pal´cine porque no es fácil que una película lésbica llegue a la gran pantalla y nada más y nada menos que producida y protagonizada por Rachel Weisz y dirigida por el gran triunfador de los pasados Oscar, y mejor director, Sebastián Lelio.
A la salida del cine cada una de las asistentes teníamos una sensación diferente. A todas nos ha enamorado. La complejidad de los personajes, el denso ambiente en el que viven, la pasión-tensión entre ellas. Está a la altura de la gran Una mujer fantástica, del mismo director. El desenlace es inesperado, pero una vez ocurre llena de sentido a la película. Un film que remueve, entristece e ilusiona al mismo tiempo. ¿Entonces, dónde está esa diferencia entre nuestras percepciones? En las escena de sexo.
Algunas consideramos que no solo está bien hecha, sino que pasa a ser una de las más importantes escenas lésbicas de la historia del cine. Rachel McAddams borda su papel de “15 años esperando este momento”. La forma en que mira a su compañera y en que suspira con cada beso es única. Rachel Weisz no se queda atrás. Sin embargo otras de mis amigas se han quedado noqueadas por el momento en el que Weisz deja caer su saliva sobre la boca de McAddams…unas cuantas veces…Desde que si “la escena sobraba”, que si “rompía la magia del momento” a que “tiene todo su sentido en el contexto de deseo y liberación de su encuentro sexual”. En fin, que nadie se pone de acuerdo sobre este momento, excepto en que no deja a nadie indiferente. Varios periódicos han criticado la escena y otros la han tildado de “escena porno”, pero las actrices la defienden a capa y espada.
Mc Adams lo expresa así: “En términos puramente de energía, fue muy diferente. Nosotras mantuvimos una comunicación maravillosa y toda la experiencia estuvo rodeada de una sensación de vulnerabilidad, cariño, sinceridad e inteligencia. También hablamos de con qué nos sentíamos cómodas, al tratarse de una secuencia de cama, pero era una muy diferente a cualquiera que yo hubiera hecho antes. Se trata de la escena de sexo más vulnerable y brutal que he hecho nunca. Y al mismo tiempo, me sentí muy protegida y segura, y libre para explorar”. Para Mc Adams, la escena de la saliva era “esencial para explicar el momento”. Para Weisz “esta escena va sobre la liberación de un personaje y se escenifica en el momento del orgasmo increíble. Fue muy emotivo…y con mucha menos barba, he de decir”. Ambas afirman que les dieron la libertad de explorar para rodar la escena, y que ellas mismas participaron y tomaron decisiones en el montaje de la misma.
Ya solo queda que la veas y tu misma decidas qué te parece la escena -y la película-. ¡Y que luego nos lo comentes en este artículo!
-Por cierto, es Spoiler no te hemos hecho nosotras, te lo va a hacer el trailer, así que yo que tú me iba directa a ver la -película en lugar de darle al Play-:
https://www.youtube.com/watch?v=Sx5I_-u7q0k