Esta loca e inesperada historia nació el 18 de junio de este 2019, cuando la conductora televisiva Montserrat Oliver publicaba en YouTube un vídeo, grabado por ella y Yolanda Andrade, sobre lo que querían no dejar de hacer en esta vida. Entre sus deseos apareció el de casarse, lo que acabó llevándola a rememorar una boda que hizo simbólicamente en Holanda hace 20 años con una mujer “Muy famosa”. En aquel momento se negó a decir el nombre de la susodicha, pues no tenía su beneplácito y ahí se quedó la cosa. Lee también Montserrat Oliver y Yaya Kosikova, la pareja lésbica más famosa de méxico Pero fue repentino y corrió como la polvora el rumor de que esa mujer era nada más y nada menos que la estrella de La casa de las flores, Verónica Castro, una de las actrices mexicanas más veneradas del país. Yolanda en un principio se echo las manos a la cabeza y aseguró que le había pedido a Montse borrar esa parte pero que esta no lo hizo. Sin embargo, de entrevista en entrevista, de storie en storie, Yolanda fue desvelando su versión y puso unas declaraciones de Verónica en su Instagram del pasado 15 de julio: “Relaciones con mujeres qué ¿de amor? No me ha venido ninguna a pedirme matrimonio, pero qué lindo sería ¿no? Pero no me ha llegado la pareja gay que venga a pedirme matrimonio, bueno hubo una que sí me pidió matrimonio”. Finalmente, en una entrevista con Javier Poza, Yolanda otorgó, ante la insistencia sobre Verónica Castro, lo que Verónica negó rotundamente al momento. Y aquí ha empezado una guerra que nos está dejando ojipláticos a todos. Ahora, Yolanda asegura que tiene pruebas de esa boda, fotos, vídeos. Asegura que sí, es Verónica Castro, y está llenando sus Stories de indirectas a la actriz. Verónica por su parte ha expresado su total indignación con Yolanda, y asegura que “esto es ya una mala broma”: “Nunca me he casado, si no me casé con los padres de mis hijos, ¿cómo me voy a casar con Yolanda? (…) a mí me avisó Yolanda hace casi 20 años que se casaba y que se iba a Europa, no voy a decir con quién me dijo, pero no soy yo, me da mucha pena desilusionarlos”. Verónica ha acabado por dejar de seguir a la presentadora en sus redes sociales y alegando a que “mi mamá está en cama, está viendo la televisión y es bastante desagradable escucharla decir todo lo que dice. Es como si de repente te sacaran los trapitos de hace 20 o 40 años de tu vida. Yo no estoy vendiendo mi vida ni me interesa venderla”. Una guerra de declaraciones cruzadas donde se han llamado mentirosas, desagradecidas, donde han asegurado que ya no se quieren ni les importan los insultos de la otra. Algo que nos recuerda mucho al broncazo absurdo entre La Pantoja y Mila Ximenez, porque en ambos casos pareciera que el término “lesbiana” fuera sinónimo de asesina a sueldo. Lee también “Me has llamado lesbiana”, siguen las acusaciones entre Isabel Pantoja y Mila Ximenez Mal por Yolanda, por hablar incisivamente de la vida privada de alguien que no habla de su vida privada, mal por Verónica, por señalar la enfermedad de su madre como si tener un affair lésbico fuera algo a esconder. Confiamos en que este mal se calme pronto y ambas vuelvan a hacer lo mejor que saben, actuar y presentar.