You can live forever trata un tema complejo, pocas veces contado. Cómo es enamorarse de una mujer siendo mujer y parte de una congregación de Testigos de Jehová.
La cinta, de origen canadiense, está muy bien lograda y no solo se atreve con un tema tan controvertido, también logra crear una preciosa historia de amor lésbico con un estilo cómico y dramático muy particular. La mayoría de las personas solo conocemos a los testigos de Jehová cuando llaman a nuestra puerta para hablarnos del paraíso por venir. Gracias a la trama podemos adentrarnos en sus excéntricos ritos y creencias.
Tuvimos la suerte de poder verla en el Festival de cine LGTB LesGaiCineMad 2022. Sus creadores, Sarah Watts y Mark Slutsky, presentes en la proyección, nos contaron que los tomó 8 años de grabación y producción.
Muchísimo tiempo hasta crear un film redondo, divertido y emocionante. Precisamente la película está inspirada en la infancia de su creadora, Watts, que fue criada en una congregación de Testigos de Jehova, aunque la directora asegura que la historia entre las protagonistas no es autobiográfica.
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La película está ambientada en el Quebec de los noventa, y sus protagonistas son dos chicas adolescentes, Marika, miembro importante de los Testigos de Jehová de la región, y Jamie, que se adentrará en las entrañas de la congregación por el amor que empieza a sentir por Marika.
Estrenada en el Festival de Cine de Tribeca, You can live forever está haciendo actualmente su gira por las salas y festivales del planeta. Confiamos en que llegue pronto a alguna plataforma.
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