Que sí, que ya hay famosas lesbianas fuera del armario que visibilizan su amor y nos ayudan a tener referentes. Que sí, que ya en España nos podemos casar (pero el mundo es mucho más grande y más injusto que en nuestro país) y podemos tener hijos. Que sí, que vivimos con bastante normalidad nuestra orientación sexual con la familia, en el trabajo, en el barrio, etcétera.
Pero la normalidad a veces se vuelve anormal. Y los derechos se pierden de un día para otro. Y la lesbofobia es una sombra que a veces nos persigue, más o menos cerca, y ante la cual tenemos que luchar día a día.
Hoy tenemos dos historias que han ocurrido esta semana. Historias de lesbofobia sufridas por chicas como tú y como yo en dos hemisferios diferentes del planeta. Chile y Estados Unidos.
La de Chile le ocurrió a Scarlett Flores, una chica de 19 años que subió a sus redes una foto con su madre (foto de portada). Sí, con su madre, con su novia. Y fue directamente atacada como “asquerosa lesbiana”.
Su respuesta: “Soy hetero, la de la foto es mi mamá, pero es increíble al nivel de odio que llegan estos personajes por culpa de un libro de ficción“, denunció en su cuenta de Twitter, respuesta que directamente se hizo viral.
Soy hetero, la de la foto es mi mamá, pero es increible al nivel de odio que llegan estos personajes por culpa de un libro de ficción. pic.twitter.com/lk1ADZWeLr
— Scarlett Flores (@La_proletaa) 22 de octubre de 2017
Otra historia que se hizo viral es la Jessica Lundquist y Tiffany Steinberg, una pareja que paseaba de la mano por el muelle de Huntington Beach, en California. Un hombre, Anthony Allan Miskulin, se les acercó y comenzó a increparlas por ir de la mano y por mostrar su afecto “antinatural” en público.
Las chicas le pidieron que las dejara en paz, pero él seguía acosándolas. Intentaron llamar la atención de quienes paseaban por ahí diciendo que ese hombre las acosaba por ser lesbianas. Pero el machista misógino lesbófobo lejos de sentirse intimidado se identificó como abogado penal y las acusó a ellas de ser intolerantes con su punto de vista, agregando que eso del “acoso” era muy subjetivo.
Tampoco se molestó cuando percibió que le estaban grabando con el móvil, más bien aseguró que eso ayudaría a propagar su mensaje que era compartido con muchas personas, ya que “esta es la era de [Donald] Trump y ustedes verán cambiar muchas cosas”.
La pareja compartió la experiencia en el siguiente vídeo:
Como veis, aún queda mucho, mucho por luchar…
Buenas. Acabo de leer vuestro post. En el primero, podríamos decir, este tío es gilipollas.
Ante lo segundo, se pude entender que un hombre conservador piense así, pero al ser abogado penal, no le da ningún derecho a hacerlo, y debería ser más respetuoso, cosa que no ha sido. También debo decir que tristemente en algo tiene razón. Es la era de Trump. Y cuando un presidente, de una nación como Estados Unidos, dice que el cambio climático no existe y que es un invención, entonces la lucha por vuestros derechos, debe acentuarse y ser más fuerte