¿Nunca has llegado al orgasmo? ¿Solo te pasa a ti?
Créeme cuando te digo que no.
Increíblemente este sigue siendo un tema tabú. En un mundo donde hablar de poliamor o de triángulos sexuales está a la orden del día, resulta difícil hacerlo sobre nuestras dificultades de alcanzar el orgasmo. Sobretodo si somos mujeres.
Los periódicos más importantes del país muestran en su contraportada anuncios de clínicas que ayudan a los hombres a prevenir la eyaculación precoz o la disfunción eréctil. No hay secretos. Todo tiene su nombre propio y su cura en el mundo de la sexualidad masculina. “Hombre, si quieres disfrutar de tu sexualidad de forma completa: Contáctanos”.
Sin embargo esos mismos anuncios casi nunca mencionan a las mujeres.
¿Es que nosotras no tenemos interés en nuestra salud sexual o es que no hay nada que arreglar en ella?
En realidad si nos fijamos en estudios y encuestas, la anorgásmia es una plaga a nivel mundial. La revista Scientific American, en su número especial sobre la salud femenina, afirma que entre un 5% y un 15% de las mujeres sexualmente activas nunca ha tenido un orgasmo. Sin embargo, multitud de estudios científicos demuestran que los genitales femeninos ofrecen ilimitadas maneras de llegar al orgasmo y que en el 99,9% de los casos las dificultades para alcanzarlo son exclusivamente psicológicas. (Incluso el dolor en la penetración suele deberse a un bloqueo muscular cuyo origen es mental). Sin embargo, falta información, falta visibilidad y sobran tabúes.
Si realmente has intentado todo para llegar al orgasmo, nuestra recomendación es que no dudes en ponerte en manos de un especialista en sexualidad. Es cuestión de tiempo, y disfrute, que lo experimentes. Pero antes de eso fíjate en si te ocurre alguna de las cosas siguientes:
Por un lado el miedo a defraudar a la pareja sexual nos puede inducir a fingir, lo cual hará más difícil el poder explorar nuestra sexualidad con naturalidad. Si nuestra conducta esta solamente en función de satisfacer a la otra persona, es imposible que nos dejemos llevar hacia el propio placer. En ese caso, hagamos borrón y cuenta nueva y empecemos de cero.
Si el orgasmo se convierte en la única meta, alcanzarlo es imposible. El orgasmo es la consecuencia de la acumulación de placer, por lo que necesita inevitablemente del deseo por el deseo, sin expectativas.
Esta gran epidemia que nos aleja del placer a las mujeres se debe en muchos casos al desconocimiento de nuestro propio cuerpo. Y es que cada mujer es diferente y precisa de determinadas zonas erógenas para excitarse, de un tipo de estimulación propio, un ritmo específico y posiblemente estimulaciones y ritmos diferentes y/o combinados. Por ejemplo, considerando que un 75% de mujeres no llega al orgasmo en la penetración, y que al estimular los pezones la lubricación y activación genital es mayor que ante la penetración en un alto porcentaje de casos (Universidad de Rutgers, EEUU), es probable que tus pechos te ayuden a alcanzar el orgasmo tanto más que lo hace tu vagina. Y como este dato hay muchos otros que demuestran que la autoexploración es condición necesaria para alcanzar el orgasmo. Puede que sea tu cuello el que te abra el camino hacia el orgasmo. Puede que sea el sexo anal. Puede ser absolutamente cualquier cosa. Descubrirlo es cuestión de no tener prejuicios ni expectativas.
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Así que no esperes a que alguien te lleve hasta el orgasmo, porque tú eres la persona indicada para hacerlo.
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Yo tampoco había conseguido llegar hasta que probé con un masaje erótico para parejas. Luego acabamos nosotras y fue muy placentero. Supongo que ver como otra persona tocaba a mi pareja me excitó.
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