Shelly Fitzgerald era consejera en la Escuela de secundaria Roncalli, en Indianápolis (USA). Hace un tiempo atrás, fue llamada al despacho del Presidente y le dijeron que no podían consentir que estuviera casada con una mujer y fue despedida por lesbiana. Ese mismo colegio, a día de hoy, ha creado un programa de enseñanza LGTBI.
La propia Escuela, en su boletín semanal, anunció que implementarían un nuevo programa para estudiantes que se identifiquen con la comunidad LGTB. Dicho programa se llama Encourage, que según la escuela promoverá “un ambiente positivo y un espacio seguro para los estudiantes que experimentan atracciones por personas de su mismo sexo y aquellas que cuestionan su identidad”.
El anuncio en la web de Roncalli High School sobre el nuevo programa dice que las personas con atracción hacia el mismo sexo deben ser aceptadas con respeto, compasión y sensibilidad. También apuesta porque los estudiantes tengan a Jesucristo como su modelo a seguir y las enseñanzas de la Iglesia como su fundamento.
“Este grupo se esfuerza por acompañar a los estudiantes mientras buscan cumplir la voluntad de Dios en sus vidas”.
Teniendo en cuenta que la Escuela le dijo a Shelly que o disolvía su matrimonio o sería despedida y que si no hacía mucho ruido en las noticias le mantendrían el contrato hasta fin de curso no nos creemos mucho este programa “de ayuda” a personas LGTB “con la ayuda de Dios”. En fin, que Dios nos pille confesadas.