Kinedomus, el arte de sorprender a tu pareja

¿Quieres sorprender a tu pareja? ¿Desconectar unos días en el mejor entorno? Pues Kinedomus es la respuesta. ¿De qué estamos hablando? ¿Un spa? ¿Una casa rural? ¿Un centro de fisioterapia? Kinedomus es todo eso y muchísimo más.

Este hotel gayfriendly, a tiro de piedra de Aranda del Duero, y a tan sólo 1h 30 minutos de la capital, es exactamente un oasis en mitad del camino. El objetivo de Kinedomus es, sin duda, el bienestar. El del cuerpo, el de la mente y el de los sentidos.

Se trata de un concepto genuino, que aprovecha al máximo el hermoso paisaje en el que se encuentra. El río Duero bordea el hotel, de tal forma que todas las habitaciones tienen unas vistas que enamoran, tanto a la rivera como a sus viñedos. Este hotel mezcla elementos naturales y clásicos como la madera y los convierte en innovadores. Te conquistarán la enorme bañera hecha a partir de ¡una barrica de vino!, las mesas creadas a partir de un tronco de vid y cristal, las enormes cristaleras donde desayunar con vistas a una piscina que se funde sabiamente con el paisaje. Podrás disfrutar de un buen libro de su hemeroteca, recibir una clase de Yoga o Pilates, paladear los mejores vinos de la región a un precio incomparable en su bar-terraza, darte un relajante masaje de chocolate, hacerte un drenaje linfático o visitar su completo y hermoso spa (chorros, cascadas, contracorrientes, ducha vichy, baños de esencias…). Si lo prefieres podrás descansar en el jacuzzi, correr en la cinta mientras miras al río o darte un baño de amor en la enorme bañera de tu habitación, escuchando nada más que el sonido de los pájaros. Todo ello, y mas, sin salir del hotel.

Y si deseas investigar los alrededores, te sorprenderás. Kinedomus organiza rutas en bici o trekking por la Vega del Duero, observación de aves y fauna de los alrededores, rutas en piragua, jornadas de pesca en los afluentes del Duero, turismo enológico por bodegas históricas y actuales, rutas de arte sacro visitando los conventos, iglesias y castillos de la zona, jornadas gastronómicas, e incluso una ruta micológica guiada (recogida de setas).

No hay nada relacionado con los placeres de los sentidos y el bienestar de cuerpo y mente que en Kinedomus no se pueda hacer. Su dueño y creador es un gran anfitrión, se nota que ama lo que hace. El público gay y les se sentirá como en casa.

Por cierto, este lugar es perfecto para sorprender a tu pareja. Pero no sólo a tu pareja. Tu madre disfrutaría como una niña de las sesiones de Aquagym, de las vistas y de los buenos vinos del lugar. Tus hijos estarían como locos con el río, y tus amigos disfrutarían como nunca de las actividades de aventura y el turismo enológico e histórico.

Lo tienes al lado. La relación calidad-precio es sorprendente. No hace falta que te vayas más lejos, en Kinedomus esta lo que andabas buscando.