Hace pocos días llegó a mis manos este anuncio de 1973. Aún sigo sin saber cómo sentirme al respecto del mismo. Me indigno por la insinuación de que las mujeres olemos mal y tenemos que oler siempre a florecillas del bosque para no aturdir el "delicadísimo" olfato masculino, o me dejo llevar por la risa incontrolable que me provoca esta imagen.
Situémonos: España, 1973. Últimos coletazos del franquismo, el divorcio sigue siendo tema tabú, Mocedades queda segunda en Eurovisión con "Eres tu", y sigue habiendo censura. Vale, aquí es donde yo no puedo dejar de reír y mataría por conocer al publicista. Esta persona, fuera quién fuera, consiguió pasar esta imagen a través de sus jefes, a través de la empresa que los contrató y, finalmente, a través de una revista conservadora importantísima de gran tirada nacional. ¿Cómo lo defendería? ¿Tuvo que defender su anuncio o las lesbianas eran tan invisibles que a nadie se le pasó por la cabeza que esta imagen podía tener otras interpretaciones?
Quiero imaginar que lo diseñó una mujer, inteligente y con gran sentido del humor. Y no puedo dejar de imaginar que un tiempo después, tumbada en su sofá en brazos de su mujer, ambas rieron a carcajada limpia de su venganza... empezaba la visibilización de las lesbianas, pero el resto aún no se había dado cuenta...
Por Zoe Riudavets
Comentarios 2
Tamara, 22 Agosto 2014
Hola, curioso el artículo. La fotografía se inspira en una tomada por el fotógrafo francés Lartige en os años 20
http://blog.causticamagazine.com/wp-content/uploads/2011/10/6202730627_…
En respuesta a por anonymous_stub
Tamara, 22 Agosto 2014
Por si interesa, aquí os dejo un interesantísimo blog sobre Lartigue nutrido con sus vitalistas fotografías http://blog.causticamagazine.com/?p=2497
En respuesta a por anonymous_stub
Deja tu comentario