Tan solo un día después de que más de 300 mil mujeres llenaran el centro de Madrid de sororidad, reivindicación y gritos de igualdad y justicia, tan solo al día siguiente de que las mujeres, y en especial las mujeres lesbianas, lucháramos por el cese de la lesbofobia y la discriminación por orientación sexual, se produce una agresión lesbófoba inaceptable.
¿Cómo es posible? En toda la prensa internacional Madrid se erigió el 8M como el centro de la lucha feminista, y justo en este centro dos mujeres han sido agredidas por el único hecho de ser lesbianas.
Esta historia ocurrió el sábado en el barrio de Salamanca. Celia, madrileña, paseaba junto a su novia belga, Capucine, y así nos han contado que transcurrieron los hechos: “Eran las 8 de la tarde y estábamos en la calle Goya 17. En ese portal hay una especie de pasillo que conduce a un patio interior que tiene tiendas. Nosotras estábamos paseando y nos metimos para verlas. Mientras estábamos en la entrada del portal, Capucine se aceró y me dio un beso, pero vamos, un pico, nada que llamara la atención ni nada. En ese momento sale de su garita el portero del edificio y nos grita que no podemos estar ahí, ‘fuera’, nos dice. Yo pensé que como estaba justo apoyada en la pared quizás le había dado a un interruptor o algo, y que por eso nos estaba reprendiendo. Miramos para atrás y no había nada, así que al segundo entendimos que nos estaba llamando la atención por ser una pareja”.
Según la descripción de Celia, el agresor lesbófobo era un hombre de actitud violenta. El “típico troglodita”, alto, gordo, y con olor a alcohol. “Vino hacia nosotras hecha una furia: ‘que os larguéis de aquí, que este no es un sitio para daros el lote, guarras'”, las insultó.
“Yo le dije que no entendía por qué nos teníamos que ir, estábamos en un sitio de tiendas. Y seguía gritando que os larguéis de aquí, guarras. Le dije: ‘llame a la policía si quiere echarme, y yo le explico amablemente por qué me está echando’. Y él más violento todavía: me vais a chupar los cojones, sois unas guarras, degeneradas”.
La agresión lesbófoba fue vista por gente que pasaba por la calle y gente que estaba en las tiendas. Y nos parece profundamente triste y vergonzoso que nadie hiciera nada para defender a esta pareja del agresor.
Celia no quiso insultarlo en ningún momento, su confrontación fue valiente, decidida y muy reivindicativa.
– Ayer 8 de marzo fue un día estupendo para que evolucione y no lo está haciendo- le dijo
– La que tiene que evolucionar eres tú, mamarracha, que esas cosas no se hacen. Aquí no se da el lote uno- contestó él.
Celia se rió e hizo un gesto de autosuficiencia que hizo que el agresor amenazara con pegarle un puñetazo. “Nos marchamos y mi novia se metió en una tienda que había al lado y le dio un ataque de ansiedad, se puso a llorar. Así que yo regresé al portal para apuntar el número. Le dije a él que le iba a denunciar y le hice una foto. Él tenía una mochila y me la lanzó a la cara. ‘Mamarracha hija de puta me vas a chupar los cojones’, gritó. No me llegó a dar pero es lo que quería”.
“Era violento. Se acercaba amenazante a diez centímetros de mi cara. Pero yo estaba ahí clavada. Le dije otra vez: Este es un momento para evolucionar, este momento que está viviendo la sociedad, y usted en lugar de decir estas barbaridades debería comenzar a respetar a la gente. Sumarse al cambio y a la aceptación, nada de lo que hagamos, ni el colectivo homosexual, ni los negros, ni los gitanos va en su contra. Cada uno vive su vida, usted respete porque nadie se está metiendo en su vida. Es la primera vez que me pasa algo así. Es tan violento y tan horroroso. Mi novia se quedó destrozada. Mis padres se quedaron destrozados también con esta historia”.
Celia y Capucine fueron a la policía a hacer la denuncia. Pero al no haber agresión física ni amenaza de muerte se quedó en nada. Nos indigna profundamente que sigan ocurriendo hechos así en Madrid. Destacamos la valentía de esta pareja que a pesar del horrible momento vivido intentó razonar con el troglodita homófobo. ¡Enhorabuena, chicas! No es fácil plantar cara con un discurso tan potente a la estupidez y la intolerancia.
ACTUALIZACIÓN: Dos días después de la agresión se realizó esta besada lésbica en el portal. Y esto hizo el portero… ¡Muy bueno!
VER: Lesbofobia: niegan el alquiler de una habitación en Madrid por ser una pareja de lesbianas.
Lo siento tanto!!! Es una tremenda agresión que tiene vacios en la ley. Tener que defenderse a cada momento en la calle es muy agotador. Ánimo a las chicas
Si viviese en madrir, protestaria dia y noche para que no vuelva mas a insultar a las personas. Que impotencia
Si esas chicas me pudieran leer les diría ánimo, valientes, que ese hijo de la grandísima (…) seguro que se le planta un grupo de diez y no tiene valor. Si vais por el barrio de Salamanca deciros que está llenito de fachas de mierda. Qué pena que al piojo ese que os agredió no le da un ataque al corazón.